Una prueba con pocas conclusiones

El resultado fue una derrota ante el Racing de Santander (0-1), equipo de una división inferior, que no dominó el encuentro pero que supo aguantar las embestidas de las riojanas y generar peligro en cada una de sus aproximaciones. Sacó más rédito a sus ocasiones y se llevó el triunfo en un partido en el que supo sufrir y rematar.

La primera mitad sirvió a las de Gerardo García León para darse cuenta de que el dominio y las ocasiones no sirven de nada si no se materializan. Es más, pueden otorgar una excesiva confianza, una sensación de superioridad que, si no media el gol, pueden derrumbarse como un castillo de naipes. Salieron las riojanas con ganas, buscando la meta rival, dominando el balón y abriendo bien las bandas. Pero ni la ocasión de Lorena ni el cabezazo de Jade ni el primero de los dos lanzamientos de córner de Chini al palo (¡qué peligro crea esta jugadora a balón parado!) subieron al marcador.

Con esa presunta superioridad, las logroñesas se despistaron un segundo y, en tres pases, el Racing de Santander se plantó delante de la meta de Line Johansen y Laura Rivas anotó. Un acercamiento, un gol, La mínima expresión del fútbol, pero que iba a servir para llevarse un partido más corto de lo habitual porque ambos conjuntos decidieron disputar dos tiempos de 35 minutos.

Seguía el EDF llevando el timón del choque en esa primera mitad aunque las montañesas demostraron con un acercamiento y gracias a una mala cesión de la defensa riojana que estaban dispuestas a ampliar la diferencia. Pero esos zarpazos no ocultaban la superioridad en el césped de las de Gerardo, con Chini como generadora del peligro, aunque sin definición.

Se llegó al descanso con la sensación de que las de Gerardo García León podían llevarse el choque si encontraban portería. Pero no lo hicieron. Es más, volvieron a mostrar esas dos caras. La capacidad de dominio de balón y de generar peligro pero también la fragilidad defensiva que les pudo costar un par de disgustos.

Los errores se pagan muy caros y en un par de ocasiones la recién entrada Liu tuvo la oportunidad de batir a Isabel, pero uno de sus tiros fue flojo y el segundo lo despejó a córner la guardameta, que se había incorporando en el receso para suplir a Line Johansen.

En la recta final, a la salida de un córner, Nagela, que llegó ayer y disputó un puñado de minutos, cabeceó pero el balón se quedó clavado en un mar de piernas. También la tuvo Silvia, pero no conectó el remate en el área pequeña. Demasiadas ocasiones desperdiciadas y una derrota para comenzar la pretemporada. No hay motivos para alarmarse, pero sí para tomar nota de una faceta esencial: la debilidad defensiva, las fisuras, a la larga pueden resultar fatales.

Gerardo García León, técnico del EDF Logroño, se mostraba satisfecho por lo visto en Agoncillo. «Poco a poco vamos cogiendo ritmo y haciendo grupo, enseñando lo que queremos proponer», explica. «Pero también tenemos ganas de que llegue el resto de la gente y podamos contar con la mayoría de la plantilla», incidía.

Sobre el partido y el estilo exhibido, lo tenía muy claro: «Las jugadoras han decidido que quieren ser protagonistas, pero de eso no podemos vivir sino que también tenemos que hacer un buen grupo a nivel defensivo. Hemos tenido ocasiones de marcar y hemos realizado fases buenas, aunque también hay cosas a corregir. Volveremos a ver el partido en vídeo».