La mutación del EDF Logroño

El curso pasado por estas fechas, las riojanas nadaban en la zona baja de la tabla. Eran decimoterceras con tan solo dos puntos obtenidos en sendos empates. No habían saboreado las mieles de una victoria que llegó en los últimos días de octubre, en la séptima jornada. Hace un año, el EDF había anotado dos goles y recibido ocho. No tenían eficacia arriba, y era un coladero atrás. Un espejo invertido si lo comparamos con el ahora más cercano.

Todo ha cambiado. Un paso que hay que achacarle al acierto de la dirección deportiva. Fernando Martínez, director deportivo de la entidad, ha hecho un encomiable trabajo. Ha completado toda la plantilla antes de que comenzara el curso, reservándose una ficha para el mercado invernal. Algo que no pasó hace un año. La estrella del partido ante el Tacón, Barbra Banda, llegó a Logroño a finales de octubre, cuando todavía las riojanas no habían sumado la primera victoria y solo habían convertido tres tantos. Su fichaje se materializó tarde por problemas burocráticos, aspecto que le hicieron perder muchos puntos al EDF. A ello se le sumó la baja por su participación en el Mundial Sub'17 de Ana Tejada, la que fuera la referencia en la defensa el pasado curso. El buen trabajo en los despachos ha hecho que la aclimatación a un nuevo país de las nuevas futbolistas como Grace, Isidora, Nenèm o Johansen haya sido más rápido.

La posición que hoy alumbra la clasificación es una anécdota. El objetivo debe ser otro, pero los siete puntos que ya acumulan sirven de colchón para lo que les espera. El próximo domingo se verán las caras ante el Atlético. Después del parón, Sevilla y Barcelona serán sus rivales. Tres encuentros muy complicados que el EDF afronta con la calma y tranquilidad que le da ser colíder de la Liga. Algo nunca antes visto. Algo impensable hace un año.