Hay días que se quedan en la memoria. Recuerdos que al rememorarlos sacan sonrisas sin intención. Este miércoles fue un día de esos. Pese a la derrota. Pese a despedirse de la Copa del Rey a las puertas de octavos de final. Este miércoles fue ... una fiesta y los más de 15.000 espectadores que abarrotaron Las Gaunas fueron historia viva de ello.
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Los aficionados, de ambos equipos, ya habían calentado motores desde el mediodía llenando las arterias principales de pinchos de la capital riojana pero el plato principal de este menú se serviría unos cuantos kilómetros más lejos. Los más precavidos decidieron hacer fila desde las cinco y media no queriendo perderse nada de lo que minutos después iba a ocurrir en el césped mientras que otros miles exprimieron hasta el último instante para calmar su sed en los bares limítrofes al estadio mientras el sol caía detrás de ellos.
Las zonas que primero se llenaron fueron la Sur y Norte, reservadas para los aficionados más fervientes de la UD Logroñés y la Real Sociedad, respectivamente. Los jugadores salieron a calentar y Las Gaunas empezó a vibrar. Ambos conjuntos cogieron energía gracias a las voces de sus más leales, que animaban como si de una batalla de gallos se tratase. Salieron a jugar y el Dondo Sur sacó sus banderas blanquirrojas mientras desde el opuesto encumbraba sus bufandas creando una marea inmensa azul y blanca. El silencio se hizo durante un minuto por la muerte del astro brasileño Pelé y desde entonces las gradas no volverían a callar.
La afición riojana saltó desde sus asientos al ver a Iñaki botar el primer córner y se llevaron las manos a la cabeza con el disparo de Sorloth. La Real Sociedad iba a hacer sufrir a los logroñoses y Navarro hizo estallar el oleaje txuri-urdin a la media hora de partido. La respuesta blanquirroja llegó con el 'Aúpa, Aúpa, Logroñés...' con el objetivo de animar a sus once hombres sobre el campo sin que nada pudieran hacer por frenar la rabia y la calidad de un equipo que validó su posición de Primera.
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El minuto 90 acaparó el marcador y por una diferencia de tan solo un gol la UD Logroñés dice adiós a un bonito sueño en el que le acompañó su afición. La lógica se impuso pero el disfrute también. Este miércoles fue un día histórico, de los que se cuentan de hijos a nietos. El sueño finalizó pero como bien entonaba Queen, 'Show must go one'. Y la fiesta sigue. El próximo sábado.
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