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Cuando Alejandro Valverde pisó por primera vez la Vuelta a España, en 2002, la carrera estrenó la subida a La Pandera y ascendió por tercera ocasión el Angliru. A la ronda española siempre le ha gustado inaugurar montañas para el ciclismo. Mañana, con 42 años, ... el corredor murciano iniciará su última participación en la ronda y tendrá la ocasión de sudar en La Pandera y en cinco finales en cuesta inéditos: el Pico Jano, el collado Fancuaya, Peñas Blancas (Mirador de los Reales), Tentudía y el Piornal. No escalará, en cambio, el Angliru. La edición que arrancará mañana en Utrecht con una contrarreloj por equipos, que pasará tres días en Países Bajos y que entrará en la península por Euskadi, solo presenta un puerto de categoría especial, Sierra Nevada, que se estrenó en la carrera en 1979 con la victoria de Felipe Yáñez. Hace mucho. Valverde nació un año después.
Entre el 19 de agosto en Utrecht y el 11 de septiembre en Madrid hay nueve finales en alto, muchas jornadas de media montaña y solo una contrarreloj individual, de 31 kilómetros entre Elche y Alicante. La ronda mantiene su formato de etapas breves pero, en esta ocasión, no apuesta por rampas imposibles. Tampoco hay ninguna etapa maratón en montaña. Aun así, propone un recorrido hecho para la estrategia y las emboscadas. Tras el paso llano por Países Bajos, la Vuelta llegará a Laguardia desde Vitoria tras subir Herrera y desembarcará un día después en Bilbao por el Vivero. Ambiente de Tour asegurado y ensayo para el desembarco en 2023 de la Grande Boucle, que partirá desde Bilbao y cruzará los tres territorios vascos.
De inmediato, en la sexta etapa, llegará el bautizo del Pico Jano, en Cantabria. Tras los pasos por Alisas y la collada de Brenes, los corredores se enfrentarán a esta novedad, de 12 kilómetros al 6,5%. Un día después la carrera pasará por el largo San Glorio camino de Cistierna. Y así la Vuelta se instalará en Asturias en su segundo fin de semana, con las metas en la dura collada de Fancuaya (10 kilómetros al 8,5%) y en el ya conocido muro de Praeres (3,9 kilómetros al 12,9%). Esta cima sí parece sacada de ediciones anteriores. Rampas verticales.
La ronda volará después a la contrarreloj horizontal de Alicante antes de dedicar un día, el del Cabo de Gata, a rendir homenaje a Valverde en el año de su despedida. Campeón del mundo y de la Vuelta, podio en las tres grandes rondas y rey de las clásicas de las Ardenas. Irrepetible Valverde. Inolvidable. Sin pausa, los favoritos se medirán en la versión larga de Peñas Blancas, balcón sobre Estepona (19 kilómetros al 6,7%). Dos etapas más allá espera La Pandera (8,4 kilómetros al 7,8%). Será el aperitivo para la decimoquinta jornada, con los puertos del Purche (9,1 kilómetros al 7,4%) y el final en Sierra Nevada (19,3 kilómetros al 7,9% y la meta instalada a 2.512 metros de altitud). Andalucía, con las ocho provincias incluidas en el trazado, será clave en esta edición.
Y si en la segunda semana no queda decidida la carrera, todo se resolverá en la tercera, que descubrirá en Extremadura las metas en el Monasterio de Tentudía, un puerto de segunda, y en el Piornal (13,5 kilómetros al 5%), en el Valle del Jerte. Ya solo quedará para cambiar el orden del podio la penúltima etapa, con la Morcuera y Navacerrada (10 kilómetros al 6,8%). En la sierra de Guadarrama perdió Tom Dumoulin una Vuelta, la de 2015, que ya creía suya.
Valverde dirá adiós sobre este mapa. Con la de 2022 habrá disputado 16 ediciones. Ganó la ronda en 2009. Ha sido segundo, tercero, cuarto y quinto. Su peor puesto fue el decimosegundo en 2016. El murciano forma parte de la historia de esta carrera.
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