La vida es eterna en cinco minutos
20ª etapa ·
Una resistencia férrea en la carretera y un puñetazo en la mesa del gabinete de crisis de Jumbo dan el triunfo a Kuss en una Vuelta extraña que puede dejar consecuenciasSecciones
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20ª etapa ·
Una resistencia férrea en la carretera y un puñetazo en la mesa del gabinete de crisis de Jumbo dan el triunfo a Kuss en una Vuelta extraña que puede dejar consecuenciasIñaki Izquierdo
Sábado, 16 de septiembre 2023, 19:53
Se cumplían este sábado cincuenta años del asesinato de Víctor Jara en el Estadio Chile, en Santiago. Te recuerdo Amanda. La vida es eterna en cinco minutos cantó en su canción más famosa y cinco minutos han decidido la Vuelta a España medio siglo después. ... Los cinco minutos que tardó Sepp Kuss (Jumbo) en recorrer los dos últimos kilómetros del Angliru, donde, el asfalto mojado, sonó la sirena y Roglic y Vingegaard le dejaron atrás. La vida es eterna en cinco minutos y Kuss tenía perdida la Vuelta pero iba a encontrarse con él, con Mikel Landa (Bahrain), que le llevó hasta la cima y le permitió salvar el maillot rojo por ocho segundos.
El triunfo de Kuss quizá sea el más inesperado desde el de Marco Giovannetti en 1990 y, como aquel, ha venido precedido de una escapada mal medida por los favoritos. Hace 33 años, en la sexta etapa camino de Ubrique y esta vez, en Javalambre, también en la sexta. Las dos veces, con toda la Vuelta por delante. Si entonces calcularon mal los Delgado, Cabestany, Fabio Parra, Induráin y compañía, todos adversarios, esta vez la cosa ha sido más extraña puesto que los favoritos visten el mismo maillot que el líder, Vingegaard y Roglic. Aquellos 2:52 en la cima del observatorio astrofísico turolense han resultado decisivos.
La resistencia férrea de Kuss le ha dado el triunfo de su vida. Pulso de hierro en la carretera y fuera de ella, cuando tras la etapa del Angliru impuso su liderato al equipo en el gabinete de crisis reunido en el hotel de concentración. «A veces tienes que luchar por lo tuyo y decir cosas duras», admitió el líder de la Vuelta al día siguiente, cuando el pacto interno tomó cuerpo en la Cruz de Linares.
Kuss, excelente ciclista, ha defendido con determinación inusitada su posición ante los dos grandes jefes del equipo, a los que ha servido el último lustro. Su categoría de mejor gregario del mundo en montaña le ha hecho millonario pero ahora, a los 29 años, cambia de estatus. Ha tenido que imponerse, lo que, de forma irremediable, tendrá consecuencias. Ha tenido que enfrentarse a una situación dificilísima, plantar cara a los egos de dos campeones y doblegar su voluntad. Para ello ha debido colocar a la estructura del equipo de su lado. Roglic, el gran perjudicado, ya ha hecho saber con elegancia y deportividad pero también con claridad que él ve las cosas de otra manera.
De Asturias salió la decisión del Jumbo de ganar con Kuss. Suena la sirena, de vuelta al trabajo. Vingegaard y Roglic respetaron el acuerdo al pie de la letra. La situación en que esa renuncia a intentar ganar la Vuelta deja a uno y a otro es distinta. Vingegaard, con 26 años, afronta la fase decisiva de su carrera. Con dos Tours ganados, desafía la hegemonía de Tadej Pogacar y puede sacar enormes beneficios de un Kuss contento a su lado. Con una Vuelta a España en el palmarés y una probable actualización de su contrato, el americano puede ser una garantía muchas temporadas.
Para Roglic, en cambio, el panorama es diferente a sus 33 años. Con contrato con el Jumbo hasta 2025, el Tour está vetado para él con Vingegaard por delante. Ganó el Giro de Italia, pero esta Vuelta era un objetivo central de su temporada. De hecho, va a ser la única prueba por etapas que ha disputado en 2023 que no ha ganado, tras hacerse con Tirreno-Adriático, Volta a Cataluña, Giro de Italia y Burgos. Aunque es un ciclista tardío porque proviene de los saltos de esquí, su carrera se acerca al final y no le faltan ofertas para cambiar de aires. Con Vingegaard y Pogacar es prácticamente el único ciclista que puede ofrecer garantías de ganar una grande.
La victoria de Vingegaard se sustanció en los cinco minutos del Angliru, con Landa de estrella invitada. Poeta intuitivo, el alavés decantó la Vuelta hacia el lado del romanticismo, del favorito del público. Kuss llevó su capacidad de resistencia al extremo en el coloso asturiano y luego tuvo que defender su conquista en la mesa.
Una foto para la historia
Cerrado el pacto, todo el mundo lo respetó y este sábado los tres llegaron juntos a la meta de Guadarrama –donde Remco Evenepoel (Soudal) se dejó sorprender de mala manera en el sprint de la escapada por Wout Poels (Bahrain)–, componiendo una foto que recordó a la de Bernard Hinault y Greg Lemond en la cima de Alpe d'Huez en el Tour de 1986. En aquella ocasión, no hubo acuerdo alguno. El 'Caimán' trató de ajusticiar al americano por todos los medios posibles, pero Lemond resistió y el viejo galo entendió que era el momento de la política y llevó abrazado a su compañero-enemigo.
La sonrisa ancha, Kuss es el ganador de la Vuelta a España.
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