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Sheyla Gutiérrez (Logroño, 1994) conoce muy bien Moncalvillo. La cita es a las diez de la mañana. Llega a la hora acordaba rodando desde Logroño. Apenas han pasado diez días de su participación en el Tour de Francia, en el que no pudo tomar la salida en la última etapa por el covid. Sheyla está acostumbrada a agitar el escenario desde pequeña. No en vano nació un 1 de enero para alterar el cambio de año. Desde pequeña, la bicicleta se convirtió en una amiga. En su casa, en la de sus tíos, el ciclismo siempre ha estado presente. A pie de carretera y en los despachos. La vareana analiza la Subida a Moncalvillo, este viernes, que promete ser interesante en el desenlace de la Vuelta a España.
Se prepara para la ascensión. Ha llegado con la ropa de Movistar y una bicicleta que pesa tanto solo 7,2 kilogramos. Pero hay que moverla subiendo. Y ella la mueva. «Un entrenamiento», dice. Aún no se ha recuperado por completo. «Hay que escuchar al cuerpo», explica. Poco a poco. Comienza las primeras pedaladas tomando la curva a la derecha que da paso a esos 8,6 kilómetros y 735 metros de desnivel positivos con un promedio del 8.8%, pero con rampas muy duras.
La subida a Moncalvillo
Serradero de
Moncalvillo
1.492 m.
Km 7,9
16%
Km 1,2
Cruce
Hornos de Moncalvillo
La subida a Moncalvillo
Serradero de
Moncalvillo
1.492 m.
Km 7,9
16%
Km 1,2
Cruce
Hornos de Moncalvillo
La subida a Moncalvillo
Serradero de
Moncalvillo
1.492 m.
Km 7,9
16%
Daroca
Km 1,2
Cruce
Hornos de Moncalvillo
La subida a Moncalvillo
Serradero de
Moncalvillo
1.492 m.
Km 7,9
16%
Daroca
Km 1,2
Cruce
Hornos de Moncalvillo
«El cruce es muy rápido. La aproximación es muy veloz, porque llegas casi en bajada. Las primeras cuestas aparecen a los 700 metros, aunque para nosotros el puerto en sí empieza en el primer paso canadiense. Será bueno poner un ritmo alto para que las piernas no estén frescas. Arriba hay algún tramo más suave, pero si alguien prueba a atacar puede establecer diferencias», relata la ciclista.
La riojana pone su ritmo. Primeros metros, los más cómodos. Los 4,6 kilómetros iniciales, hasta el primer paso canadiense, no suponen un obstáculo para una ciclista de su nivel. Rueda a más de 12 kilómetros de media. «En mi opinión, hay que marcar un ritmo fuerte desde abajo para aislar a los líderes y que se quedan en la pelea individual en las rampas más duras, cuando falten cuatro o cinco kilómetros. Es una distancia que los grandes escaladores puede asumir, pero alguno lo puede pasar mal. Hay que jugar con todo ello si quieres establecer diferencias», señala.
El sonido de los neumáticos al superar el paso canadiense alerta los sentidos. Comienza el puerto, según Sheyla. Un tramo de poco más de 2,5 kilómetros en los que se pasa de 1.046 a 1.353 metros de altitud. La carretera se adentra un bosque mucho más frondoso y aumenta la dificultad. Antes de alcanzar el paso ya aparece alguna rampa al 15.10% aunque luego llega un pequeño receso que da paso a pendientes que alcanzan el 26,5 y el 26,5% y que se mantienen en el entorno del 18%. Escenario ideal para ataques violentos. «Aquí se agarra la carretera y los escaladores pueden atacar», explica.
Atacar, pero ¿quién? «Roglic está ahí y en su última ascensión a Moncalvillo bajó de los 25 minutos. Yo apuesto por Enric Mas (Movistar, también), que está siendo muy valiente. Y supongo que Carapaz también estará en la pelea», detalla.
Ya ha pasado lo más duro, aunque los mosquitos aparecen en su búsqueda. «Que desagradable», grita mientras intenta apartarlos con las manos y sigue rodando con calma, sobre el sillín, tirando de riñón. Fácil. Apenas quedan ya dos kilómetros. Del séptimo al octavo se ganan 100 metros más, hasta los 1.458. La pendiente se suaviza hasta la línea de meta, y aunque llega a anotarse algún 20% de desnivel y hay muchos metros por encima del 10%, ya no castiga como el tramo anterior, si bien el esfuerzo hecho puede pasar factura. No se le ve sufrir a la riojana. «Sheyla, me das luego un bote para mi hijo», le dice uno de los operarios que trabaja en limpiar las cunetas de la carretera. «Te lo doy ahora, ten éste», le responde y le da uno de los que lleva en la bicicleta.
Cuatro puntos clave de la subida
KM0
INICIO RÁPIDO
1.046
735
La carrera viene lanzada desde Hornos de Moncalvillo. Primeras rampas, con una pendiente máxima del 11,8% en su primer kilómetro para dar paso a un ascenso continuado, con desniveles que ya se mueven entre los 14.5%. Terreno idóneo para marcar un alto ritmo en la ascensión.
Moncalvillo
1.492 m.
Hornos
AUMENTO DE
LA DIFICULTAD
1.353
1.046
La carretera se adentra en un bosque mucho más frondoso y aumenta la dificultad. Se abre el kilómetro 4 con pendientes del 15.10%. Para los ciclistas es en este tramo, justo al alcanzar el primero de los dos pasos canadienses, cuando empieza el puerto en sí, en el kilómetro 4,6 aproximadamente. Antes de concluir el cuarto kilómetro hay un pequeño receso que da paso a pendientes que alcanzan el 26,5 y el 26,5% y que se mantienen en el entorno del 18. Escenario ideal para ataques violentos.
Moncalvillo
1.492 m.
Hornos
SUBIDA MÁS SUAVE
1.458
1.353
La pendiente se suaviza hasta la línea de meta, y aunque llega a anotarse un 20% de desnivel y hay muchos metros por encima del 10%, ya no castiga como el tramo anterior, aunque el esfuerzo hecho puede pasar factura.
Moncalvillo
1.492 m.
Hornos
EL TRAMO FINAL
1.491
1.458
Los últimos seiscientos metros hasta la línea de meta, situada junto a las antenas. Llegada que pica ligeramente hacia arriba, aunque los últimos 200 metros están por debajo del 5% de desnivel. Hay que tener muy presente el paso canadiense que corta la última curva, cerrada y a la derecha. Carretera estrecha.
Moncalvillo
1.492 m.
Hornos
Cuatro puntos clave de la subida
1.046
735
La carrera viene lanzada desde Hornos de Moncalvillo. Primeras rampas, con una pendiente máxima del 11,8% en su primer kilómetro para dar paso a un ascenso continuado, con desniveles que ya se mueven entre los 14.5%. Terreno idóneo para marcar un alto ritmo en la ascensión.
Moncalvillo
1.492 m.
Hornos
1.353
1.046
La carretera se adentra en un bosque mucho más frondoso y aumenta la dificultad. Se abre el kilómetro 4 con pendientes del 15.10%. Para los ciclistas es en este tramo, justo al alcanzar el primero de los dos pasos canadienses, cuando empieza el puerto en sí, en el kilómetro 4,6 aproximadamente. Antes de concluir el cuarto kilómetro hay un pequeño receso que da paso a pendientes que alcanzan el 26,5 y el 26,5% y que se mantienen en el entorno del 18. Escenario ideal para ataques violentos.
Moncalvillo
1.492 m.
Hornos
1.458
1.353
La pendiente se suaviza hasta la línea de meta, y aunque llega a anotarse un 20% de desnivel y hay muchos metros por encima del 10%, ya no castiga como el tramo anterior, aunque el esfuerzo hecho puede pasar factura.
Moncalvillo
1.492 m.
Hornos
EL TRAMO FINAL
1.491
1.458
Los últimos seiscientos metros hasta la línea de meta, situada junto a las antenas. Llegada que pica ligeramente hacia arriba, aunque los últimos 200 metros están por debajo del 5% de desnivel. Hay que tener muy presente el paso canadiense que corta la última curva, cerrada y a la derecha. Carretera estrecha.
Moncalvillo
1.492 m.
Hornos
Cuatro puntos clave de la subida
KM0
La carrera viene lanzada desde Hornos de Moncalvillo. Primeras rampas, con una pendiente máxima del 11,8% en su primer kilómetro para dar paso a un ascenso continuado, con desniveles que ya se mueven entre los 14.5%. Terreno idóneo para marcar un alto ritmo en la ascensión.
INICIO RÁPIDO
1.046
735
Moncalvillo
1.492 m.
Hornos
KM4/7
AUMENTO DE LA DIFICULTAD
La carretera se adentra en un bosque mucho más frondoso y aumenta la dificultad. Se abre el kilómetro 4 con pendientes del 15.10%. Para los ciclistas es en este tramo, justo al alcanzar el primero de los dos pasos canadienses, cuando empieza el puerto en sí, en el kilómetro 4,6 aproximadamente. Antes de concluir el cuarto kilómetro hay un pequeño receso que da paso a pendientes que alcanzan el 26,5 y el 26,5% y que se mantienen en el entorno del 18. Escenario ideal para ataques violentos.
1.353
1.046
Moncalvillo
1.492 m.
Hornos
KM7/8
SUBIDA MÁS SUAVE
La pendiente se suaviza hasta la línea de meta, y aunque llega a anotarse un 20% de desnivel y hay muchos metros por encima del 10%, ya no castiga como el tramo anterior, aunque el esfuerzo hecho puede pasar factura.
1.458
1.353
Moncalvillo
1.492 m.
Hornos
KM8/8,6
EL TRAMO FINAL
Los últimos seiscientos metros hasta la línea de meta, situada junto a las antenas. Llegada que pica ligeramente hacia arriba, aunque los últimos 200 metros están por debajo del 5% de desnivel. Hay que tener muy presente el paso canadiense que corta la última curva, cerrada y a la derecha. Carretera estrecha.
1.491
1.458
Moncalvillo
1.492 m.
Hornos
Cuatro puntos clave de la subida
KM0
La carrera viene lanzada desde Hornos de Moncalvillo. Primeras rampas, con una pendiente máxima del 11,8% en su primer kilómetro para dar paso a un ascenso continuado, con desniveles que ya se mueven entre los 14.5%. Terreno idóneo para marcar un alto ritmo en la ascensión.
Moncalvillo
1.492 m.
INICIO RÁPIDO
Hornos
1.046
735
KM4/7
Moncalvillo
1.492 m.
AUMENTO DE LA DIFICULTAD
Hornos
La carretera se adentra en un bosque mucho más frondoso y aumenta la dificultad. Se abre el kilómetro 4 con pendientes del 15.10%. Para los ciclistas es en este tramo, justo al alcanzar el primero de los dos pasos canadienses, cuando empieza el puerto en sí, en el kilómetro 4,6 aproximadamente. Antes de concluir el cuarto kilómetro hay un pequeño receso que da paso a pendientes que alcanzan el 26,5 y el 26,5% y que se mantienen en el entorno del 18. Escenario ideal para ataques violentos.
1.353
1.046
KM7/8
Moncalvillo
1.492 m.
SUBIDA MÁS SUAVE
Hornos
La pendiente se suaviza hasta la línea de meta, y aunque llega a anotarse un 20% de desnivel y hay muchos metros por encima del 10%, ya no castiga como el tramo anterior, aunque el esfuerzo hecho puede pasar factura.
1.458
1.353
KM8/8,6
Moncalvillo
1.492 m.
EL TRAMO FINAL
Hornos
1.491
Los últimos seiscientos metros hasta la línea de meta, situada junto a las antenas. Llegada que pica ligeramente hacia arriba, aunque los últimos 200 metros están por debajo del 5% de desnivel. Hay que tener muy presente el paso canadiense que corta la última curva, cerrada y a la derecha. Carretera estrecha.
1.458
Al fondo ya se ve la última curva, hacia la derecha y con el segundo paso canadiense. Se alcanzan los 1.491 metros de altitud. Los últimos seiscientos, hasta la línea de meta, situada junto a las antenas, pican ligeramente hacia arriba, aunque los últimos 200 están por debajo del 5% de desnivel. Hay que tener muy presente el paso canadiense que corta en diagonal la última curva, cerrada, a la derecha y la carretera estrecha que marca la meta.
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M. G.
Ya estamos arriba, entre las antenas y esos carteles que explican cómo es la subida. «La señalización le da aspecto de un puerto e entidad, pero para los que somos de aquí y lo conocemos es algo sabido», repite. Está tranquila. Apenas ha sudado. No ha necesitado agua. El bidón que le queda está prácticamente entero. Tiempo para hablar y recuperar, aunque está muy entera. Tanto, que volverá a subir por segunda vez esos 8,6 kilómetros. Y para subir hay que bajar primero. La bici es más rápida que el coche.
El perfil de la subida
Serradero (Moncalvillo)
1.492 m
Km 7,9
16%
Km 0,7
Ermita del Cristo
Km 1,2
Cruce
El perfil de la subida
Serradero (Moncalvillo)
1.492 m
Km 7,9
16%
Km 0,7
Ermita del Cristo
Km 1,2
Cruce
El perfil de la subida
Serradero (Moncalvillo)
1.492 m
Km 7,9
16%
Hornos de
Moncalvillo
701 m.
1.400
1.200
Km 0,7
Ermita del Cristo
Km 1,2
Cruce
1.000
800
600
%
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
Ahora bien, cuál será la importancia de este puerto en el desenlace de la Vuelta. «Ojalá sea decisivo, porque si es así, será una etapa de pelea por la maillot de líder. No es una jornada especialmente dura, pero la primera semana hizo mucho calor y la segunda ha sido dura también. No es un puerto muy largo, aunque sí que puede hacerse complicado», sentencia. Si puede, lo verá como una aficionada más, a pie de carretera, aunque este fin de semana tiene cita competitiva con la carretera.
Créditos
Redacción: José Martínez Glera
Gráficos: David Fernández Lucas
Fotografías y vídeos: Sonia Tercero, Justo Rodríguez y Rodrigo Merino
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