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El final en el alto del Moncalvillo de la Vuelta a España no tendrá público. Lo que se temía, después de que la organización tomara días atrás esta decisión junto al Gobierno del País Vasco para impedir que hubiera público en las dos montañas ... que se subirán en La Vuelta en la región vecina (Arrate y Orduña), se ha confirmado también para La Rioja. La etapa del próximo miércoles 28 de octubre con salida en Logroño y llegaba a El Serradero no permitirá el acceso de público por carretera debido a la situación sanitaria por la pandemia de COVID-19. «Los finales en alto de La Vuelta'20 serán sin público», ha anunciado la organización de la carrera.
Este martes anunciaba la organización que «La Vuelta, en coordinación con las autoridades sanitarias y delegaciones de Gobierno de todos los territorios atravesados por el recorrido de la 75ª edición de la carrera, ha acordado aplicar una serie de restricciones en algunas salidas, metas y puertos de montaña, donde se limitará la presencia de público». De esta manera, La Vuelta «lamenta profundamente que la actual situación epidemiológica del país no permita que se den las condiciones oportunas para contemplar presencia de público en estos puntos» y, es más, avanza que la carrera se llevará a cabo «sin sus habituales acciones comerciales y publicitarias, como el Parque Vuelta o la caravana, para evitar cualquier aglomeración innecesaria».
Ni el Tourmalet ni el mirador de Ézaro ni el Angliru ni La Farrapona ni los puertos de Arrate y Orduña tendrán público en la línea de meta. Tampoco Moncalvillo ni la Laguna Negra, en Soria, en la etapa que comienza en Lodosa (Navarra) y recorre buena parte de La Rioja Baja. «El reducido grupo de organización, medios de comunicación, patrocinadores, equipos y cuerpos y fuerzas de seguridad del estado que se moverá con La Vuelta'20 estará sometido a estrictos de protocolos sanitarios», explica la organización, que advierte que, además, establecerá «un riguroso control de aforos en todos los espacios acotados por la carrera» y aclara que, entre otras medidas, «el parking de equipos, un espacio que habitualmente es abierto al público para facilitar la cercanía de los aficionados con los deportistas, estará totalmente cerrado este año para garantizar la protección de los deportistas y el personal de sus respectivos equipos».
Así, La Vuelta de este año 2020, que promete una interesante lucha por contar con buena parte de las estrellas del pelotón internacional, habrá que vivirla en buena medida a través de los medios de comunicación. Eso sí, en la etapa riojana queda un puerto más, La Rasa, el que comunica el Camero Viejo con el Nuevo. Allí no parece que haya restricciones de público, así como en el resto del recorrido, y es donde puede empezar a decidirse la etapa antes de Moncalvillo, donde lo que se puede decidir es la clasificación general. «Las restricciones, que ya son importantes a día de hoy, podrán sufrir variaciones en función de la evolución de la situación en los próximos días», anuncia La Vuelta, que ha lanzado una campaña de comunicación con los objetivos de «sensibilizar a los aficionados sobre la necesidad de vivir este año La Vuelta desde casa» y «evitar cualquier tipo de aglomeración de público en torno al evento, respetando siempre los criterios marcados por las autoridades sanitarias nacionales y autonómicas».
El alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza, y el director general de Unipublic y de La Vuelta, Javier Guillén, han presentado este martes los detalles del paso por Logroño de esta la Vuelta Ciclista a España.
La octava etapa, el miércoles 28, es la que partirá de la capital riojana para encarar los 164 kilómetros que la separan del Alto de Moncalvillo. En Logroño la salida se organizará en el Paseo del Prior para recorrer posteriormente la calle San Millán, Madre de Dios, calle Norte, Murrieta y avenida de Burgos. «Es un recorrido un tanto diferente a las ocasiones anteriores en las que la ciudad acogió este evento. Otra de las afecciones del covid que ha llevado a buscar localizaciones menos céntricas, más abiertas», se apunta desde el Consitorio logroñés.
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