¿Maillot rojo o bandera roja?
Decimoséptima etapa ·
Kuss conserva el liderato por solo ocho segundos sobre Vingegaard, tras no poder responder a una aceleración de Roglic, ganador en el AngliruSecciones
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Decimoséptima etapa ·
Kuss conserva el liderato por solo ocho segundos sobre Vingegaard, tras no poder responder a una aceleración de Roglic, ganador en el AngliruIñaki Izquierdo
Miércoles, 13 de septiembre 2023, 20:04
Asturias, tierra de guerrillas. De maquis escondidos en las galerías profundas de las minas, en cuevas, en las montañas inaccesibles. Tierra de resistencia, de lucha mucho después de perder la guerra. ¿Será esto una llamada del destino a Sepp Kuss (Jumbo)? La Vuelta atravesó este ... miércoles las cuencas mineras, con sus pozos recuerdo de una historia de trabajo violento, inhumano. De condiciones laborales dramáticas, de enfermedad y muerte. De riquezas inmensas para pocos y miseria para muchos. Tierra cargada de razones para echarse al monte a una lucha desesperada con los poderosos, condenada al fracaso.
El americano pasó vestido de rojo junto a las torres clausuradas de las viejas explotaciones. 'Pozo Sotón', leyó, letras amarillas sobre fondo rojo junto al río Nalón. Poco más tarde, en la cima del Angliru, después de descolgarse por un arreón de Roglic y sujetar el maillot de líder por solo ocho segundos sobre Vingegaard, ambos compañeros, se haría preguntas y quizá pensó que aquellos revolucionarios podían llevar razón. Que a lo mejor va a tener que bajar a por dinamita y emboscarse en cualquier recodo del camino a Madrid si quiere ganar la Vuelta. Que los poderosos le sonríen en la meta segundos después de quitarle poco a poco el maillot de líder y él tambien sonríe. Que a lo mejor ha llegado el momento de dejarse de cortesías. Ganó Roglic en el Angliru con Vingegaard a su rueda y las caras eran de tensión.
¿Qué mas da morir en el pozo aplastado por una vagoneta llena de carbón o morir a tiros con la Guardia Civil? Kuss va a perder la Vuelta a España y falta por ver cómo. Si asume con racionalidad su papel de gregario de lujo y sueldo en consonancia en el equipo más caro del mundo o pelea a la tremenda por la oportunidad de su vida, a sabiendas de que no tiene nada que hacer. Si actúa con lógica o se inmola en un gesto romántico, bellísimo pero inútil.
Rueda rodeado por el mejor equipo de la carrera, pero marcha solo porque las dos grandes figuras de la formación han recibido carta blanca para correr con libertad, siempre que no se amenace la victoria colectiva. Este miércoles, a dos kilómetros de la meta del Angliru, ya pasada la Cueña les Cabres, el tramo más duro con rampas del 23,5%, los tres ciclistas del Jumbo se quedaron solos en cabeza, vencida la resistencia de Mikel Landa (Bahrain). No son buenos tiempos para la lírica: la pregunta landismo o barbarie solo admite una respuesta.
Con los tres en cabeza sin más compañía que el público y la Guardia Civil que trataba de apartarlo, Roglic aceleró de forma ostensible. Técnicamente, un movimiento que se ajustaba al código interno: no amenazaba la victoria del Jumbo, solo amenazaba la victoria de Kuss.
Roglic era el peor colocado de los tres y siguió el libreto que ha llevado a Vingegaard al segundo puesto y a una casi segura victoria en Madrid. El peor clasificado tiene permiso para moverse. Lo hizo el danés en el Tourmalet y en Bejes. Lo hizo este miércoles Roglic en el Angliru. Siempre con el mismo resultado: exhibición, victoria de etapa y problemas para Kuss.
No hay reproche alguno que hacer a la formación neerlandesa, porque cada día que pasa refuerza más su posición y las garantías de victoria en Madrid son del 99,9%. Con la mentalidad protestante de los países del norte, no cabe sentimentalismo alguno ni cuento de hadas donde el humilde servidor se convierte en señor, siquiera por un día. Nada que reprochar, salvo cierta falta de estilo, de sentido estético. Como diría Giulio Andreotti, manca finezza, falta finura en la gestión del momento.
Aún queda tela que cortar, empezando por el doble paso este jueves por la Cruz de Linares. Con ocho segundos de ventaja sobre Vingegaard, Kuss no tiene ninguna opción a la manera ortodoxa. No hay lugar para esconderse en esta guerra, porque el resto del pelotón avanza en otra realidad. Enric Mas (Movistar) y Juan Ayuso (UAE) ya están más allá de la frontera de los cuatro minutos, acompañados por Mikel Landa
Y Kuss, que ante la última batalla debe decidir si lleva un maillot colorado y lo entrega de forma civilizada o concluye que en realidad va envuelto en una bandera roja y llama a la revolución para cosechar una tremenda pero hermosa derrota en las remotas montañas de Asturias.
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