Una historia de siete décadas

De aquel dato histórico a este 4 de septiembre del 2017. Han pasado 76 años desde que la ronda visitó por primera vez La Rioja y en estos tres cuartos de siglo, la Vuelta ha llegado o ha salido de la región riojana en cincuenta y seis ocasiones. Es decir, mañana será la quincuagésimo séptima ocasión en la que una población de la comunidad autónoma es protagonista en la gran cita del ciclismo nacional.

En aquel 1941, Delio Rodríguez ganó la etapa con llegada en Logroño y también la posterior, con salida en Logroño y final en San Sebastián. 32 ciclistas, 22 etapas y 4.406 kilómetros. Rodríguez sumó nueve triunfos parciales, pero no el final, que quedó en manos de Julián Berrendero, segundo en la meta ubicada en Muro de Cervantes, 1. Acabaron 16 ciclistas.

Desde el año 2014 no paraba la Vuelta en La Rioja. Repitió una idea que se había puesto en escena dos años antes, con un circuito sobre tierras riojanas, con Logroño como eje, en el que la capital se garantizó muchas horas de televisión, pero que deportivamente hablando resultaron incluso aburridas en muchos momentos. En ambas ocasiones se impuso en la meta el alemán John Degenkolb. Entonces la meta estuvo ubicada en Avenida de la Paz; mañana lo estará en Vara de Rey.

Logroño es el gran nexo de unión de la ronda con esta tierra. La capital ha sido participe de la misma en treinta y dos ocasiones, bien por acoger la salida, bien por ser la meta. Mañana alcanzará las treinta y tres.

Pero Logroño no ha sido el único punto de atención. Haro, Ezcaray, Calahorra, Santo Domingo de La Calzada, Rincón de Soto, Nájera y San Asensio también se han sentido protagonistas durante algunas ediciones. En el caso de las tres últimas, en una ocasión cada una de ellas. Nájera fue meta en el año 1990, con salida en Santander; San Asensio puso en marcha la segunda etapa del año 1995, con final en la capital cántabra; y Rincón de Soto dio la salida en el año 2010.

Si bien estas ciudades se han ligado a la Vuelta en el siglo veintiuno y también en los últimos años del pasado, Haro fue pionera junto a Logroño en unirse al ciclismo de élite. La relación de la capital jarrera con este se inicio en el año 1966, cuando fue meta y salida. Repitió como salida en tres ocasiones más, pero desde el año 1989 vivió un largo paréntesis de ausencia que se cerró en el 2011, cuando acogió la llegada de la decimosexta jornada, en la que se impuso Juan José Haedo.

El otro gran entorno de la Vuelta en La Rioja ha sido Ezcaray, bien con etapas en línea, bien en la lucha contra el reloj. En tres ocasiones consecutivas ha pisado la ronda la villa serrana y ha acabado en Valdezcaray: de 1989 a 1991. A la estación de esquí se ha llegado en otras dos ocasiones, pero en línea. Y cuatro veces se ubicó la meta en el Alto de la Cruz de la Demanda, llegada espectacular y desconocida en aquellos años.

El último ciclista en ganar en Logroño fue el alemán John Degenkolb; el primero, el español Delio Rodríguez. Entre ambos, la lista de vencedores en La Rioja es extensa, con nombres relevantes en el mundo de las dos ruedas e incluso con repetición en lo más alto del podio en algunos casos.

El francés Bernard Hinault, coleccionista de victorias en el Tour de Francia, ganó en 1978 en Logroño; y un día después tomó la salida para la crono que la unía con Miranda de Ebro; Alfonso Gutiérrez, en 1986; Nicola Minali ha cruzado la meta en dos ocasiones en Logroño; y Óscar Freire también venció en la capital, en el año 2007.

Ahora bien, nombres importantes resume el paso de la Vuelta por Ezcaray. Tierra para gestas, donde las pendientes aparecen con exigencia. El colombiano Fabio Parra, el español Pedro Delgado y el irlandés Sean Kelly han vencido en Valdezcaray, si bien quizá es el Alto de la Demanda quien luce la lista más brillante. José María 'Chaba' Jiménez ganó en el año 2001; en 1996, el vencedor fue el suizo Alex Zulle; y en 1994 y 1993, Tony Rominger fue el mejor. En aquella década vivió sus años gloriosos.