Movistar coloca a Nairo y Valverde

En los 12,6 kilómetros por las calles de Jerez, con dos kilómetros iniciales en un empedrado que si hubiese estado mojado se habría convertido en una pista de patinaje, Movistar controló los tiempos. Pudieron observar lo que hacían el resto de formaciones, la forma en la que se metían en faena en el circuito y sacaron una conclusión decisiva: se podía arriesgar, que no es lo mismo que hacer locuras, y ver que pasaba cuando se llegase al punto de cronometraje intermedio que esta situado en el kilómetro 6,5. Y en ese punto se encontraron con que Cannondale, los que mejor había cubierto la etapa, les sacaban sólo cinco segundos. Era el momento de jugársela, sobre seguro, puesto que la parte final tenía un trazado normal, sin curvas, en el que se podía rodar en condiciones.

Y fue en esos kilómetros donde Erviti, Rubén Plaza, Gorka Izagirre y Amador apretaron, mientras que Castroviejo y Adriano Malori forzaban hasta hacerles subir a doscientas pulsaciones. Pusieron al límite a todos sus compañeros. Valverde ya se sabía que iba a aguantar y a Nairo Quintana le llevaron con mucha inteligencia, por si acaso.

Le iban cubriendo los pequeños huecos que podía dejar para que no perdiese nunca la rueda de los que iban delante. Una contrarreloj por equipos se define precisamente por su nombre: equipo y Movistar maneja un bloque soberbio. Cuando fichan a un corredor le dicen: tendrá tus oportunidades pero aquí están Quintana y Valverde, lo que quiere decir que donde ellos corren no hay más táctica que estar todo el día pendientes de ellos.

Y ese trabajo, esa filosofía les lleva a lograr objetivos para los que no parecen especialmente dotados, salvo que te vayas fijando uno por uno en todos sus ciclistas. Son muy buenos corredores al servicio de un equipo. Con sólo 12,6 kilómetros recorridos, sacar conclusiones no conduce a nada.

Sólo sirven los números, los tiempos conseguidos. En una contrarreloj de cualquier tipo lo único que vale son los tiempos. Los malos momentos, las agonías pueden endulzar un resultado, maquillarlo, pero no lo arreglan. Y en esta crono inicial de Jerez, junto a la alegría que supone subir al podio, también hay que valorar la tendencia que llevará Movistar en la primera semana de carrera, donde puede tener problemas para dejar el liderato aunque lo intente, con llegadas cortas y explosivas. Para ese terreno cuentan con Valverde mientras dejan a Nairo Quintana para las montañas del norte, siempre y cuando al colombiano no le por meter el morro en ese tipo de finales, que también podría ser.

Ganar tiene sus servidumbres y las de Movistar van a empezar a partir de la primera etapa cuando tenga que empezar a trabajar y buscar formaciones con esprinters para poder repartir su trabajo. El triunfo se basa en el sacrificio y ganar cuesta. La única ventaja que tiene Movistar es que ya lo sabe.