Secciones
Servicios
Destacamos
El Tour de Francia lanzó la imagen de Bilbao al mundo durante la presentación de los 22 equipos que comenzarán el sábado en la capital vizcaína la edición 2023 de uno de los grandes acontecimientos deportivos internacionales. Jonas Vingegaard, Tadej Pogacar, Julian Alaphilippe, Wout Van ... Aert, Mikel Landa, Pello Bilbao y Enric Mas entraron en las pantallas de 190 países mientras pedaleaban junto a las paredes de titanio del Museo Guggenheim, el mejor embajador de la ciudad. Miles de personas les aplaudieron en el paseo junto a la ría desde el Palacio Euskalduna. A los ciclistas de hoy les escoltaron los corredores que forman parte de la historia del pelotón vasco, desde Joane Somarriba, José Nazabal y Marino Lejarreta, a Iban Mayo y Roberto Laiseka. Con txapela y entre irrintzis, las estrellas del Tour se sacaban fotos frente a las miles de personas que les jaleaban y que no se rindieron ante la lluvia, que tampoco quiso perderse un acto que permanecerá en la memoria de la villa.
La ceremonia mezcló el folclore vasco con ritmos nuevos y abrió las puertas de Bilbao y de Euskadi al mundo. No hay mejor escaparate que el Tour. La costa vasca y sus montañas, el azul y el verde, se adueñaron del escenario y enviaron al mundo un mensaje de bienvenida. Eso pudo leerse en la pantalla gigante bajo la que desfilaban los ciclistas: «Bienvenidos al País Vasco, al país del ciclismo». El público, entregado, jaleó a todos los corredores.
Eso sí, el que más conectó con los aficionados fue Tadej Pogacar, ganador del Tour en 2020 y 2021. Su masajista es vizcaíno, de Gatika. Joseba Elguezabal y se ve que le ha enseñado las palabras clave para ingresar en el corazón del auditorio: «¡Aúpa Bilbao! ¡Aúpa Athletic! ¡Gora Euskadi!... Eskerrik asko». Con eso le bastó al esloveno para hacerse con el gentío, que se protegía de la lluvia fina con ikurriñas, banderas y los chubasqueros que había repartido uno de los patrocinadores de la Grande Boucle, los supermercados E.Leclerc.
De la lluvia se libró –quizá sea un guiño de la suerte– el primer equipo que recorrió el circuito, el Bahrain de Mikel Landa y Pello Bilbao. El alavés y el vizcaíno estaban en casa. Se notó. Ovación cerrada. Con txapela, saludaron. Les acompañó, también en bicicleta, Joane Somarriba. Los diseñadores del acto repartieron a antiguos corredores vascos con cada una de las 22 escuadras. La presentación rindió homenaje a los ciclistas que han puesto al ciclismo de Euskadi en el panorama mundial.
Estuvieron, entre otros, Agurtzane Elorriaga, Miguel Mari Lasa, David Etxebarria, Abraham Olano, Marino Lejarreta, Iban Mayo, Roberto Laiseka, Julián Gorospe, Juan Manuel Garate, Fede Etxabe, Javier Murgialdai, José Nazabal, Igor González Galdeano, Haimar Zubeldia, Amets Txurruka, Igor Antón, Iker Camaño, Unai Osa, Beñat Intxausti, Luis Zubero, Jon Unzaga, Iñaki Gastón, Mikel Artetxe, Íñigo Landaluze, José Ramón Uriarte, Mireia Epelde... Tremendo pelotón.
En esa lista, como líder, figuraba Miguel Induráin, que subió al estrado en pleno chaparrón. «Yo soy más de calor», se quejó con una sonrisa. Apostó por Vingegaard como candidato más sólido y dejó un deseo: «Que la salida desde Bilbao y estas tres etapas en Euskadi sirvan de inspiración para la nueva generación. Que el Tour pase por la puerta de tu casa puede animar a muchos a hacerse ciclistas». Sobre la misma tarima y también frente a los focos de los medios de comunicación de todo el mundo, Christian Prudhomme, director de la ronda gala, había destacado el «fervor» de la afición vasca. Las nubes, pinchadas en el techo de Artxanda y reflejadas en la fachada de cristal de la Torre Iberdrola, seguía calando al público. Pero nadie se iba.
El ciclismo es uno de esos pocos deportes en los que se anima a todos. Todos lloran en el pelotón a Gino Mader, el corredor suizo que falleció tras una brutal caída en la vuelta de su país. Cuando su equipo, el Bahrain, subió a la tarima en la explanada del Guggenheim, sus compañeros, los aficionados y, desde sus casas, los espectadores, guardaron un minuto de silencio. Emocionado recuerdo. Landa, su amigo, peleará por brindarle un triunfo. «Voy a intentar subir al podio», lanzó ante un auditorio que le adora. Como a Pello Bilbao, animado por los suyos. El vizcaíno es uno de los favoritos para ganar la primera etapa, la de Bilbao. No se arrugó: «Es un sueño. Hay pocas oportunidades así (de jugarse en casa el primer maillot amarillo del Tour). Lo daré todo», prometió. «Espero que disfrutéis», agregó. «¡Pello, Pello!», «¡Mikel, Mikel!». Los dos correrán con ese impulso en las tres primeras jornadas: Bilbao-Bilbao, Vitoria-San Sebastián y Amorebieta-Baiona.
Fue bajar el Barhain del escenario y aparecer la lluvia que ya llevaba un rato anunciando el viento que entraba desde El Abra. Como si Bilbao, en el día de su gran lanzamiento internacional como destino turístico, quisiera recordar su pasado lluvioso y gris. Las ikurriñas y las banderas de países como Dinamarca y Australia le pusieron color a esa escena. Al fondo, en el Campo Volantín permanece la huella de los pioneros, de aquellos jóvenes burgueses que trajeron a Bilbao las primeras bicicletas a finales del siglo XIX. Causaron alarma entre la gente de bien, que veía «tales aparatos como cosa inútil e indigna de personas serias y formales», como recoge el libro La Gran Historia del Ciclismo Vizcaíno.
En 1904 nació la Sociedad Ciclista Bilbaína, germen de tantas carreras y campeones. Antes, en Gernika, se había celebrado en septiembre de 1888 la primera carrera ciclista, con motivo de las Fiestas Euskaras. Se presentaron dos participantes, Jacinto Alonso, del club de velocipedistas de Madrid, y Zacarías Pradera, de Durango. Ganó el primero, que empleó once minutos y medio en completar los 5 kilómetros del desafío. Aquello cuajó. La primera Vuelta a España, en 1935, llegó a Bilbao en su tercera etapa. Venció el belga Gustaaf Deloor, que luego colaboró como mecánico en el proyecto Apolo, la misión que pisó la Luna.
Este sábado, Bilbao pisará su propia Luna. El Tour. Los mejores ciclistas del mundo recorrerán las cuatro esquinas de Euskadi. Enric Mas, líder del Movistar, también alabó a la afición vasca y agradeció ver a tantos aficionados pese a la desapacible tarde. Peter Sagan, en castellano, se sumó a ese mensaje: «¡Qué maravilla veros aquí pese a tanta lluvia!». Julan Alaphilippe, uno de los que más suenan para ganar la etapa de Bilbao, aseguró estar «supermotivado». Ya sabe lo que es vencer en la Itzulia. Mientras en la pantalla gigante aparecían imágenes del recorrido desde Euskadi hasta el final en el parisino Arco del Triunfo, llegó el turno del equipo Ineos, con Carlos Rodríguez, Jonathan Castroviejo, Omar Fraile y Egan Bernal, que lucha para volver a su nivel tras un grave accidente. «No estoy al cien por cien, pero este es el Tour que más ilusión me hace», dijo. Le sabe a segunda oportunidad.
El último conjunto en pasar por el estrado fue el Jumbo de Wout van Aert y Jonas Vingegaard, el vencedor del Tour 2022. El menudo danés, casi imbatible esta temporada, se ve «con piernas» para defender su título ante Pogacar y el resto. Se llevó una gran ovación mientras sus compañeros se hacían selfies para inmortalizar el banderazo del Tour 2023 desde Bilbao, desde el Guggenheim, el museo que en 1997 le cambió la cara a esta ciudad. Poco a poco, con ese imán de titanio, se ha convertido en un destino turístico. El Tour alumbra ya esa postal en 190 países.
La última imagen del acto fue para un adiós. A Txomin Perurena, rey de la montaña en el Tour de 1974 y vencedor en 158 carreras. Mito del ciclismo vasco. Falleció hace unos días y el presentador de la ceremonia, el exciclista Xabier Usabiaga, le dedicó un merecido recuerdo. «Homenaje a Txomin desde el Tour, desde el Tour, Txomin», le dedicó. Bilbao, Euskadi y su tradición ciclista volaban ya desde el Guggenheim al cielo de todo el planeta.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.