El Tour 2023 saldrá desde Bilbao

Tras los Juegos Olímpicos y el Mundial de Fútbol, el Tour es el gran reclamo deportivo. Y Bilbao será su eje inicial dentro de dos años. La gran cita del ciclismo estará casi una semana en Euskadi. Este viernes, en el Guggenheim, Christiam Prudhomme, director del Tour, e Iñigo Urkullu, lehendadari, dan los detalles de este histórico desembarco. Al acto acuden los diputados forales de Bizkaia, Álava y Gipuzkoa, lo que puede indicar que los tres territorios estarán en el itinerario de esas jornadas iniciales.

El regreso a Euskadi en 2011 de la Vuelta a España tras 33 años de ausencia abrió un camino que devolvió a las carreteras vascas el protagonismo que habían tenido hasta 1978. La Vuelta es propiedad de la empresa ASO, dueña también del Tour. Las instituciones vascas iniciaron en 2016 los contactos con la compañía francesa para traer la Grande Boucle a Bilbao. Ya hay fecha. Será en el Tour de 2023. La ronda gala volverá así a Euskadi, donde ya estuvo en 1949, en San Sebastián; en 1977, con una meta y una salida en Vitoria, y en 1992, cuando la capital donostiarra dio el banderazo de salida de aquella edición.

El Ayuntamiento de Bilbao, la Diputación de Bizkaia y el Gobierno vasco han formado un frente común para colocar a la ciudad en el núcleo del Tour 2023. No es fácil convencer a la dirección de la Grande Boucle. Le llegan muchas solicitudes de departamentos franceses y del resto del mundo. Puede elegir. Y tiene que cuadrar un recorrido que no incluya grandes traslados. Euskadi está justo en la frontera. A tiro.

La sintonía entre la Vuelta y las instituciones vascas allanó el camino. La ronda española regresó a Euskadi en 2011 y desde entonces ha vuelto en varias ocasiones y siempre con éxito de público. Imágenes a la altura del Tour. Al director del Tour, Christiam Prudhomme, le gusta Bilbao y, sobre todo, le encanta el fervor de la afición, siempre respetuosa con los corredores. El final de etapa en el monte Oiz en la Vuelta 2018 resultó un éxito. Un flechazo para la dirección de la ronda gala. Hace tres años, el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, ya anunció que el Tour vendría «más pronto que tarde a Bilbao». Pronto, en 2023.

Aunque el proceso ha sido largo. En 2016, Christian Prudhomme eligió Bilbao para visitar la Vuelta a España. Tenía algo importante en la agenda: reunirse con responsables del Ayuntamiento y con el diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria. Sobre la mesa estaba un proyecto: la llegada del Tour a Bilbao. Prudhomme tiene el buen recuerdo de la marea naranja que seguía al Euskaltel-Euskadi en las cunetas de los Pirineos. Hubo sintonía entre los políticos vascos y la dirección del Tour. E iniciaron ese verano de forma oficial las negociaciones.

A la ronda francesa le preocupa siempre la infraestructura hotelera de las ciudades por las que pasa. Bilbao, que es cada vez más un destino turístico, da la talla de sobra. La imagen que ha ofrecido tanto en la Vuelta al País Vasco como en la Vuelta a España juega a su favor. La presencia masiva de aficionados en las cunetas es otro argumento que ha beneficiado a la candidatura bilbaína.

A eso se sumó en 2019 el acuerdo sellado por Urkullu con el presidente de la Mancomunidad única de Iparralde y alcalde de Bayona, Jean-René Etchegaray. Diseñaron una «candidatura conjunta» para seducir al Tour. La idea era partir desde Bilbao y tras otro día en carreteras vascas cruzar a Iparralde. La Gran Salida de la edición de 2022 será en Copenhague (Dinamarca). Había hueco en la de 2023. Lo ha ocupado Bilbao. Urkullu agradeció la «cooperación» de Iparralde y el respaldo a esta candidatura conjunta. «Seremos socios de esta preciosa operación», añadió el alcalde de Baiona, ciudad con muchas opciones de acoger una etapa del Tour que partirá desde Bilbao.

Para el ciclismo vasco supondrá un impulso. Esta temporada ha vuelto a la élite internacional el equipo Euskaltel-Euskadi, que desde 2001 hasta 2013 fue protagonista de la Grande Boucle con triunfos de etapa de Laiseka, Mayo, Samuel Sánchez... Para optar a una plaza de invitado en la edición de 2023, el equipo vasco tendrá que crecer de forma exponencial y colocarse al nivel que tuvo cuando pertenecía al World Tour. Para la afición, ver de nuevo al Euskaltel en el Tour sería la manera perfecta de volver a juntarse en la marea naranja. Y con el Guggenheim como testigo de la primera pedalada.