Enric Mas.
Presentación

La misión casi imposible de Enric Mas

El balear, única baza del ciclismo español en el Tour que arranca este viernes, luchará como todos contra el gran favorito, Pogacar

Viernes, 1 de julio 2022, 00:08

El ciclismo está lleno de frases que motivan. «El día que tengo bueno, me entreno; cuando es malo, me entreno aún más duro», repetía Lance Armstrong. Alberto Contador, tras sufrir un derrame cerebral, leyó los libros que el estadounidense había escrito durante su lucha contra ... el cáncer. Le motivaron. Las resurrecciones forman parte de la historia del deporte. Contador se quedó con una frase como lema: «Querer es poder». Suena bien, pero, en general no suele funcionarle al que quiere sino al que realmente puede.

Publicidad

Enric Mas, la única baza del ciclismo español en el Tour que hoy parte con una contrarreloj desde Copenhague, carga con esa bandera. A la espera de que se consolide la camada de Carlos Rodríguez, Juan Ayuso e Igor Arrieta, y en ausencia de Mikel Landa, solo el mallorquín aspira al podio de París. Fue sexto en 2021 y quinto en 2020. La afición y los medios de comunicación le piden más. Que ataque. Y él, con 27 años y a punto de iniciar su cuarta participación en la ronda gala, dice que está «en su versión más madura» y cree que ha dado «el salto que la gente» espera de él. «De confianza llego de diez sobre diez. Voy a por el podio. Creo que está en mi mano», se atreve.

Pogacar, ganador de las dos últimas ediciones, es el gran favorito. Camina a trancos hacia la leyenda con solo 23 años. Todos se preguntan cómo derrotarle. Incluso, aunque en voz baja, se oye en el Tour que el joven esloveno «no es imbatible». Susurros. El Jumbo de Roglic, Vingegaard y Van Aert tratará de pillarle en alguna trampa. Como el Ineos de Dani Martínez, Adam Yates y Thomas. Hay más aspirantes, como el ruso Vlasov, el australiano O'Connor, el francés Bardet y como Enric Mas. El pragmático mallorquín. Fue alumno en la escuela ciclista de Contador, pero no le cuadra su lema, eso de 'querer es poder'.

«Si tengo que atacar o no es algo que hay que ver en la carretera, eso lo decido yo. A veces es fácil estar delante de la televisión en el sofá y pedir que arranque, pero eso depende de si tengo fuerzas y puedo hacerlo. Si es necesario seré el primero en atacar, pero atacar para la afición ... Yo voy para luchar por el podio... No atacaré por atacar. Pero si se dan las circunstancias, sí», zanjó. Además de cargar con las aspiraciones del ciclismo español, Enric Mas lleva sobre sus hombros ese peso, el sambenito de que le falta coraje.

Desde Contador en 2009

Pocos llegan al podio del Tour. Desde 2009, desde Contador, ningún español ha ganado el Tour. 'Purito' Rodríguez acabó tercero en 2013, como Valverde en 2015. Luego, Landa ha sido cuarto en 2017 y 2020. El primero en subir a ese cajón fue Bernardo Ruiz, en 1952, tercero tras Coppi y Ockers. Era hijo de la guerra civil y del hambre. Corrió para huir de esa miseria. La gloria le vino de rebote. Nació fuerte, bruto. Ganó la Volta a Cataluña y le dieron 17.000 pesetas (poco más de 100 euros). Con eso compró un piso al contado. Y tras ser tercero en el Tour le pagaron 400.000 pesetas por ir en barco a Argentina para inagurar un velódromo en Buenos Aires. Para la generación de Bernardo Ruiz, la gloria se contaba en pesetas.

Publicidad

De eso hace mucho. El ciclismo y el mundo son otros. Ahora la competencia es mayor. Hay ciclistas de todos los continentes. Preparados. Enric Mas es uno de los destacados. Un fondista. Un escalador. «Enric ha pegado un salto», asegura Chente García Acosta, director del Movistar. Carlos Verona, uno de los gregarios, asiente: «Tenemos opciones de podio. A Enric se le ve con solidez y ha dado destellos de calidad». Quiere el podio; a ver si puede.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta 136 Aniversario!

Publicidad