Nibali, la reválida en un año

No lo hubiera hecho nadie porque estaban Chris Froome y Alberto Contador en la salida. ¿Quién puede afirmar que Nibali volverá a ganar en más ocasiones esta prueba? Nadie puede confirmar esa posibilidad, ni tampoco la contraria.

Lo que sí ha encontrado el ciclismo es un vencedor de las tres grandes vueltas, lo que le iguala a Felice Gimondi, Eddy Merckx, Jacques Anquetil, Bernard Hinault y Alberto Contador. ¿Alguien lo hubiera dicho cuando ganó la Vuelta a España en 2010?

Nibali ha conseguido ese tríptico que no logró Miguel Induráin -nunca ganó la Vuelta- a los 29 años, al igual que Anquetil, mientras que Felice Gimondi, Bernard Hinault y Alberto Contador lo consiguieron a los 25 años. Eddy Merckx lo logró a los 27. ¿Quién ganará el Tour de 2015? Moverse en esa teoría a un año visto es jugar a la ruleta rusa.

Queda muy bonito decir que una carrera en la que estén Nibali, Froome, Contador y Quintana, más Péraud, Pinot y Bardet será un acontecimiento único, sobre todo por una razón: al Tour nadie llega para hacer pruebas de cara a la Vuelta a España. Se viene a ganar, lo que se pueda, porque es el escaparate en el que se mueve el ciclismo mundial. Todos los corredores que hemos citado, menos Nairo Quintana, rondan la treintena de años.

Es cierto que Nibali ha ganado el Tour de las ausencias, una cuestión por la que, debido a los intereses, se pasa de puntillas. Ha vencido sin Contador y sin Froome en buena parte de la prueba. Eso no le quita ningún mérito a su victoria. Lo que sí se observa es que desde hace ya unos años los dominios abrumadores de otras épocas han desaparecido. Desde 2006, cuando acabó dominando la prueba Óscar Pereiro, sólo Alberto Contador dio la impresión de poder imponer su hegemonía. Venció en tres ocasiones, le quitaron un triunfo (por el positivo con clembuterol), el de 2010, no pudo correr el de 2008, al estar sancionado el Astana, terminó quinto el de 2011, cuarto el año pasado y en 2014 se ha retirado por una caída.

Un recorrido clave

Demasiadas penurias en una carrera que parecía lanzada en Francia. Cadel Evans, Bradley Wiggins y Chris Froome lo han ganado en una ocasión. Uno de los triunfos de Contador ha ido a parar a Andy Schleck. Y ahora ha llegado Nibali. Nadie le puede discutir que ha sido el mejor. El interés del futuro, con todos los nombres que hemos citado en buenas condiciones, una cuestión decisiva, es verles en movimiento a todos juntos. Influirá mucho el trazado del que dispongan, el recorrido.

El prólogo que habrá en Utrech, de donde saldrá la prueba en 2015, da a entender que estaremos frente a un Tour clásico, con una contrarreloj individual en la primera parte de la carrera, una segunda contrarreloj al final y con los Pirineos antes de los Alpes. En esas montañas estarán las claves.

Se dice que Nibali, antes lo hizo Contador, tenía registrados los vatios que era capaz de mover Froome en las subidas y que para acercarse a ellos las sesiones que realizó tras moto fueron demoledoras. ¿Volverá Nibali a mostrar el estado de forma que ha tenido esta temporada? ¿Veremos al Froome de 2013 y al Contador de 2010?

Es complicado recrearse en el futuro con la base del pasado. Las realidades suelen ser muy distintas. Vincenzo Nibali ha corrido el Tour en cuatro ocasiones. El de 2008 lo finalizó en vigésima posición. En 2009 acabó séptimo y en 2013, tercero. Ahora ha sido primero. Si algo llama la atención es la forma en la que han gestionado su carrera, de manera pausada, ganando primero la Vuelta y el Giro.

Froome, antes de ganar el Tour, tuvo que perder una Vuelta y otro Tour trabajando para Wiggins. Nairo Quintana sacó partido del percance de Valverde el año pasado lo que le llevó a ser segundo. Ya ha pasado, con matrícula, por la escuela del Giro de Italia.

No son ciclistas surgidos de la nada. La lógica nos lleva a pensar en Quintana como el corredor del futuro. Hubiera sido interesante verle en los pavés. Y están los franceses Thibaut Pinot y Romain Bardet, lo más jóvenes. ¿Y Péraud? En el Ag2r afirman que tiene una edad deportiva de 30 años. Es su cuarta participación. Fue noveno en 2011 y abandonó el año pasado por caída.

Lo que sí ha permitido el Tour de las ausencias es que el abanico de aspirantes a vencer dentro de un año aumente de una forma llamativa. Nibali ha conseguido diferencias importantes sobre Pinot y Péraud. No habrá un sólo favorito, un único corredor que pueda dominar y eso es bueno no sólo para el Tour, sino para el ciclismo. A Nibali le quieren en el Giro 2015. Si lo corre lo hará para ganarlo, por lo que el Tour quedaría en un segundo plano para él. No será fácil la reválida para el siciliano. Ha ganado a lo grande, dominando en todos los terrenos. Hasta en la 'crono' dio la impresión de que hubiera podido terminar segundo y no quiso, para evitar especulaciones.