Sheyla Gutiérrez | Ciclista profesional

«En el Movistar me consideran importante, me siento en casa»

– Llegué al Tour muy fuerte y me sentí muy bien. La pena es que me tuve que retirar debido al covid. La temporada se alarga hasta octubre y aún me quedan carreras en Francia y Bélgica, además del Campeonato de Europa, que este año también es en Bélgica. Es un recorrido que puede ser bueno para mí, pero primero quiero recuperarme bien y escuchar al cuerpo. Es un final de temporada bonito y espero acabar con un buen sabor de boca.

– Vuelta a las clásicas. ¿Por qué son tan especiales si habitualmente parecen un escenario próximo al infierno?

– Son guerras porque suelen estar acompañadas de mal tiempo, de frío, de lluvia, del pavé, de algunas caídas,... salen hasta monstruos. Son épicas y bonitas. Son de enorme dureza, pero espectaculares, en las que hay que tener la mente muy fresca para estar siempre activa.

– En dos meses acaba temporada, pero no contrato, algo que siempre es bueno para mantener la tranquilidad.

– Tengo dos años más con el Movistar. Me consideran una pieza importante, uno de los pilares, porque saben que puedo disputar cierto tipo de carreras cuando estoy bien, pero también que echó una mano al equipo, dejando el cien por cien. Me siento en casa. El ciclismo no es lineal. No siempre estás bien. Hay caídas, pasas por malos momentos, suceden cosas inespecíficas,... Hay ocasiones en las que no tienes la energía necesaria para ir bien sobre la bici, pero sí para trabajar en el objetivo de mejorar.

– Por cierto, sigue siendo la única ciclista profesional riojana.

– Soy la única, pero ya hay muchas chicas que se animan a correr tanto en monte como en carretera. Es muy bueno salir y verlas sobre la bici. Para mí es una alegría, porque siempre he estado sola en las carreteras. Bueno, con algunas compañeras. Ahora hay varias escuelas y Carlos Coloma está haciendo un gran trabajo en la base. Ojalá pueda ir aumentando en número. Hablé en su momento con Miguel Sainz (exconcejal de Deportes del Ayuntamiento de Logroño) acerca de crear una escuela de carretera que dé continuidad al trabajo que han hecho mis tíos durante años y que los niños que quieran andar en bici tengan la oportunidad.

– Y qué se necesita para llegar a ser profesional (ella lo es desde el año 2013)?

– Resiliencia y determinación. Somos cinco hermanos en casa y todos somos deportistas. Nos dicen que es algo genético, pero si algo he tenido en contra ha sido precisamente la genética. Soy asmática, pero de verdad. Y es lo peor que le puede pasar a un ciclista. Tienes que tener claro lo que quiere ser y pelear por ello. De niña, no sabía si quería ser ciclista profesional, pero disfrutaba de la bici y tenía garra. Para cumplir un sueño hay que pelarlo.