Pogacar se cita en Italia con la historia

A priori, el desafío es factible por dos circunstancias que juegan a su favor. Por un lado, la participación del Giro, en donde sólo Geraint Thomas, ganador del Tour y segundo el pasado año en la corsa rosa, se puede considerar un rival de peso, aunque el galés ya es todo un veterano cuyo rendimiento va a menos. Thomas tendrá de nuevo a su lado a Thymen Arensman, sexto el año pasado y que puede permitir a Ineos mover sus piezas para intentar destronar al jefe del UAE, al que a priori le puede faltar equipo porque sólo contará con Rafal Majka y Felix Grosschartner, para la montaña y dos todoterrenos como Mikke Bjerg y Vegard Stake Laengen.

Además de los líderes del Ineos estarán en la salida dos corredores que el pasado año estuvieron entre los mejores, como Damiano Caruso (Bahrain) -fue cuarto- y Eddie Dunbar (Jayco) -séptimo en 2023-, y se apuntan al Giro Romain Bardet (DSM), segundo en la Lieja, o Ben O'Connor (Decathlon), que ha rendido muy bien en el inicio de temporada. Otros corredores con nombre son Daniel Felipe Martínez (Bora) y granadino Juan Pedro López (Lidl-Trek), que viene de ganar el Tour de los Alpes y fue maglia rosa en 2022 durante diez días. Completa la lista el ganador de la edición de 2014, Nairo Quintana (Movistar Team). Entre los debutantes llama la atención la presencia del belga Cian Uijtdebroeks, octavo en La Vuelta 2023, fichado por el Visma y sobre el que hay muchas esperanzas en cuanto a su rendimiento. Tras su debut en la ronda española en una cita de tres semanas, sus responsables quieren valorar su nivel en el Giro.

Hablábamos de los factores que juegan a favor de Pogacar esta temporada, y además de su superioridad respecto a los rivales en la corsa rosa hay que referirse a la casi segura ausencia de Jonas Vingegaard en el Tour tras su grave caída en la Itzulia, lo que a priori le da más opciones para conquistar ese doblete. Esta situación le puede llevar al esloveno a dosificar esfuerzos en Italia para llegar a la Grand Depart de Florencia con la capacidad intacta frente a corredores como Roglic o Evenepoel en el Tour, algo que Mauro Gianetti, director del UAE, explicó recientemente de cara al doblete. «Tenemos confianza pero, por supuesto, el Giro sigue siendo el Giro. Debemos abordarlo con gran respeto. Queremos empezar la carrera con un Tadej al cien por cien. No puedes ir a Italia con un estado físico a medias, porque no será tan fácil. Será importante gestionar bien sus fuerzas durante el Giro y tener energía suficiente para el Tour de Francia. Ese es el desafío», explicó Gianetti respecto a lo que le espera por delante a Pogacar.

Gianetti aseguró que la dificultad del doblete es uno de los principales motivos que impulsaron tanto al corredor esloveno como al equipo: «si no lo intentamos, no podremos ver si es posible o no», a lo que añadió que «para Tadej fue interesante asumir este desafío, porque al ser muy complicado le gusta. Y a nosotros nos pasa lo mismo. Tadej irá creciendo cada día, mejorará su condición, como de costumbre y si todo va bien, terminará el Giro en buena forma». Además, considera que el Giro será bueno para él por las limitadas competiciones que disputará previas a la carrera y porque «luego se tomará un tiempo de recuperación completa de cara al Tour», explicó.

Desde Navarra, Miguel Induráin dio su punto de vista al reto de Pogacar cuando se celebró antes de la Itzulia su gran premio en Estella. En su poder, dos dobletes consecutivos. «Es un reto difícil» que obliga a «dosificarse mucho» en la temporada, admitió el pentacampeón del Tour. «Hacerlo es difícil y ganarlo, todavía más. Tiene fuerza y equipo para hacerlo. Hay que regular mucho los esfuerzos, tienes que dosificar mucho lo que haces, pero Pogacar tiene experiencia y lo puede lograr», valoró.

Vista la ambición de Pogacar y la lista de participantes, la pregunta es si el esloveno puede ser derrotado en Italia. «Por supuesto que puede ser derrotado. Ya ha pasado antes y creo que en realidad él es quien tiene algo para perder», es la respuesta de Steven Cummings, director deportivo de Ineos. «No tendría sentido acudir pensando en que no se le puede ganar, aunque todos somos realistas y entendemos que Pogacar es el favorito», admite.

Así que en Turín hasta el final en Roma, Pogacar estará en el centro de todas las miradas en este primer paso hacia la conquista de algo que el malogrado Marco Pantani logró en 1998. Ganar la corsa rosa es algo especial para el esloveno. «Siempre quise hacer el Giro. Es una de mis carreras favoritas porque está cerca de Eslovenia. Cuando éramos niños, nos encantaba ver el Giro y subir a ver las etapas. Tengo uno de los mejores recuerdos cuando Luka Metgec ganó una etapa en Trieste. Yo estaba allí y fue un momento inolvidable». Pogacar llega fresco al Giro, con sólo diez días de competición, y está preparado para subir al podio de Roma de rosa. Después tocará pensar en vestirse de amarillo camino de Niza, donde por primera vez acabará el Tour.