J. GÓMEZ PEÑA
Martes, 10 de mayo 2022, 18:41
Carretera negra. Como el paisaje. Cubierto por la ceniza del Etna. Juan Pedro López, andaluz de Lebrija, pudo haber sido torero. Le llamaba la plaza. Le tiraba también el flamenco. Camisa blanca y traje negro. A cantarle al volcán. Juanpe, criado en la escuela ciclista ... de Contador, es un chico alegre. Y del Betis. Manque pierda. Aunque a veces gane como en la última Copa. Fiesta. Feria de abril... y de mayo. A cuatro kilómetros de la meta volcánica, estaba solo. Soñaba. Podía ganar la etapa y, a la vez, vestirse de rosa. La maglia especial. A la ruta se le acabó el bosque. Pelada. Todo era cráter. Ahí se vio que le cogía un alemán sin piedad, Lenard Kamna, ganador de etapa en el Tour. Mal rival. El viento, de cara, disipaba el humo. Allí arriba todo se veía claro. Pero Juanpe no dio bien la última curva cuando intentó adelantar al germano y Kamna se quedó con el Etna. Al andaluz le salió la rabia y golpeó el manillar. Pero enseguida le abrazaron. Era el líder. Siete años después de Alberto Contador. Felicidad rosa.
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Tanta. Tanta que no dejaba de llorar ante los micrófonos. La alegre congoja le impedía casi hablar. Tiene 24 años. Es su primer Giro. «No me lo creo. No sé lo que me va a durar esta maglia, pero la voy a disfrutar cada momento», repetía. De Andalucía salen pocos ciclistas. Es un comunidad grande. Un crío que quiere ser corredor obliga a su familia a llevarle muchas horas en coche. De carrera en carrera, de provincia en provincia. Madrugones. Juanpe López, Luis Ángel Maté y Juanjo Lobato (Euskaltel) son de los pocos. Mohicanos.
A López lo descubrió Fran Contador, hermano de Alberto. Le hizo hueco en su equipo juvenil y luego en la plantilla sub-23. Escalador puro. Ganó la Vuelta al Bidasoa, el Memorial Sagasti (Mungia), una etapa en el Giro de Aosta y, también gracias a Contador, entró como profesional en el equipo Trek. Sobre ese maillot se ha colocado la maglia rosa del Giro que antes llevaron, además de Intxausti, Induráin, Contador, Fuente, Julio Jiménez, Galdós, Purito Rodríguez, Poblet, David Arroyo, Suárez, Gómez del Moral, Botella, Olano, Enrique Gutiérrez y Juan Carlos Domínguez. En esa lista rosa del ciclismo español está ya Juanpe López. «Anoche me dijo que iba a ir a por la etapa», desveló en Eurospot el padre del corredor, Pedro López. «Se merece esta recompensa. Ha luchado mucho», añadió.
En el ciclismo no hay seguro a todo riesgo. Ni kilómetro inofensivo. Los corredores viajan como sardinas en lata. Un roce y adiós. En el tramo inicial de esta cuarta etapa, un enganchón tiró a varios dorsales ilustres por el suelo de Sicilia. Valverde y Simon Yates se levantaron y siguieron. Pero Superman López tuvo que quedarse ahí. El golpe había dado justo sobre la lesión en la cadera izquierda que arrastraba. El colombiano, candidato a todo en esa edición, se va sin nada. Y otra vez choca contra Sicilia. Su maldición. Hace un año se rompió en Palermo, en la primera etapa. Ahora se retira en la cuarta jornada, la primera que pisaba la isla del volcán. El gran día de Juanpe López fue el peor día del otro López, Superman.
Del sur, de Ávola, salió el pelotón hacia el Etna. Es la ciudad costera donde nacieron ciclistas como Tiralongo y Caruso. Tierra de vino tinto y de tipos duros. La carretera comenzó en ascenso. Y eso fue como echar pimienta. A tope en busca de la fuga en la que se subieron 14 dorsales: Taaramae, Kamna, Vansevenant, Calmejane... y Juanpe López. Atrás hubo media hora de duda. Hasta que el Bahrain de Landa y el Ineos de Carapaz decidieron agarrar las riendas. Eso llegó cuando la escapada tenía ya más de diez minutos. Mucho. Entre los fugados iban a repartirse el botín. Así fue. La interminable subida al Etna los ordenó. Juanpe, atrevido, atacó desde lejos, atrapó a Oldani y tiró hacia el Refugio Sapienza, la meta negra. A dos kilómetros del final le cazó Kamna, que quiso pactar el reparto de premios. Para el alemán la etapa y para el lebrijano la maglia rosa. López se negó. Peleó por todo, perdió la meta por esa mala última curva y ganó el rosa.
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Detrás, el Etna descartó enseguida al líder anterior, Van der Poel. Y pronto dejó en evidencia a Dumoulin, que no peleará por este Giro. Tampoco Nibali. El siciliano, que ha crecido mirando al Etna, se fundió como lava. Ya no es su tiempo. El ritmo del Ineos marcado por Narváez, Castroviejo y Sivakov en favor de Carapaz los soportaron sin problema Pello Bilbao y Mikel Landa. También Almeida, Bardet, Kelderman y Simon Yates. Carapaz, que nació y vive junto a otro volcán, el de Cotopaxi, reservó su erupción para la rampa final. Quiso arañar algún segundo. Pello Bilbao, con Landa a rueda, lo impidió. Empate en el Etna, donde los vencedores fueron Kamna y Juanpe López, sevillano del Betis manque pierda y escalador de la escuela de un ganador como Contador.
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