Un perro pone en peligro el sueño rosa de Evenepoel

A poco más de 150 kilómetros de la línea de meta, el pelotón marchaba tranquilo una vez la fuga estaba formada hasta que un perro saltó a la carretera. Las primeras unidades del gran grupo lo consiguieron evitar escorándose al carril derecho de la carretera, pero el can, imprevisible en sus movimientos, continuó adentrándose en la calzada. Los ciclistas frenaron, pero uno, Davide Ballerini (Soudal Quick-Step), no pudo hacerlo a tiempo e hizo el afilador con un corredor del Jumbo-Visma, al que el perro le rozó.

El sprinter italiano se fue al suelo, deslizándose unos cuantos metros sobre el asfalto mojado. En el lado derecho de la carretera Remco Evenepoel trataba de mantener el equilibrio a baja velocidad cuando el bidón que saltó de la bicicleta del ciclista caído comenzó a rodar por la carretera, con la mala suerte de que el belga se topó con él y se cayó al no poder pasarlo por encima con la velocidad suficiente.

Evenepoel estuvo más de un minuto sentado en la acera y sus compañeros y miembros del equipo fueron rápido a conocer su estado. El belga, que mantuvo la calma, retomó la marcha, se probó y levantó el pulgar a la cámara de la moto para transmitir que, de momento, se encontraba bien. Habrá que ver qué heridas tiene y cómo convive con ellas durante los próximas etapas, ya que a pesar de ceder el maillot de líder en la cuarta etapa, sigue siendo el máximo favorito para vestir de rosa en Roma el 28 de mayo.