«Cuando ganaba Bais, la victoria era para Arturo», dice Alberto Contador

Antes, su equipo, el Eolo-Kometa, ha publicado una carta de despedida en sus redes sociales en la que se afirma que su muerte ha dejado «un hueco irremplazable» en los corazones de los componentes de la escuadra ciclista. «Jamás podremos olvidar su alegría y su eterna sonrisa», se recalca.

El equipo, de la Fundación Alberto Contador, hace hincapié en las ganas de vivir del joven deportista y en los momentos mágicos que ha ofrecido «dentro y fuera de la competición» incluso después de que se le diagnosticara un tumor cerebral tras notar «sensaciones extrañas» durante los entrenamientos. «Arturo nunca renunció, porque esa era su naturaleza, a ponerse un dorsal en competición», se apunta. «No se marcaba plazos para esa vuelta, pero tenía claro que iba a afrontar cada carrera como una oportunidad que le daba la vida», se apostilla.

En el terreno deportivo, el Eolo-Kometa destaca sus ganas de «dejar huella» en el ciclismo. «Un deporte que amaba y en el que tanto cariño y afecto generó», se señala para añadir después: «Esa huella que tan bien dejaba para sufrimiento de sus rivales en esas aceleraciones que protagonizaba durante su etapa en el campo aficionado o incluso siendo ya profesional, como en su última carrera, el Giro del Medio Brenta de 2021».

Por último, su equipo resalta su capacidad de sobreponerse a la adversidad. «La vida le puso en estos últimos tiempos muchos obstáculos por delante y siempre, siempre, reaccionaba con la mejor de sus caras, sobreponiéndose con el mayor de los positivismos. La pena o el pesar se lo guardaba para él, se negaba a darle continuidad», dice la carta. «Armado con su enorme sonrisa, su cercanía y su franqueza, lo suyo era construir, apoyar, alabar y agradecer. Jamás te vamos a olvidar, Arturo», concluye.