Subida a San Prudencio: ruinas en un enclave abrupto y misterioso

Piedras cuyo origen se remonta a una importante etapa en la historia de la región, cuando en la comarca se dirimía una cruenta disputa con los musulmanes por la conquista del territorio, pero que hoy figuran entre el patrimonio histórico en peligro de desaparición en La Rioja. Aunque suele ser destino más apropiado para una excursión a pie desde Clavijo o desde la carretera LR-250 del Camero Viejo, al lugar también se puede acceder en bicicleta de montaña, aunque el recorrido en BTT obliga a descabalgar en la zona del monasterio para realizar andando tramos de pendientes muy empinadas y con abundante piedra. Un sacrificio llevadero para los ciclistas que compensa con creces el rato que se invierte merodeando entre las ruinas o contemplando el amplio paisaje de la entrada al Camero Viejo que se divisa desde este fortín de sillares y rocas situado a las espaldas del monte Laturce.

La ruta desde Logroño hasta este enclave no entraña más dificultad que el acceso a las ruinas desde Clavijo por un empinada senda bien marcada por una empalizada, algo rota al principio, pero más ciclable después aunque con bastante piedra suelta. La bajada cae por el valle flanqueada por las paredes rocosas del monte Laturce a nuestra izquierda y una ladera algo más boscosa a nuestra derecha hasta llegar a un muro de piedra que marca el perímetro del viejo monasterio. Desde aquí conviene afrontar la bajada descabalgados hasta llegar a un sendero inferior, donde podemos volver a pedalear no sin antes haber merodeado como chiquillos entre las ruinas de San Prudencio intentando descubrir alguno de sus secretos y sus misterios.

Por lo demás, el recorrido discurre en su primera mitad por caminos, con el duro tramo final del sendero que asciende bajo las peñas de Clavijo. En su segunda mitad y una vez superado San Prudencio y sus senderos de bajada, la ruta sigue igualmente por caminos, primero bordeando el monte Laturce antes de caer hasta Ribafrecha, en donde se puede repostar o tomar un refrigerio antes de proseguir hacia Logroño entre cultivos de cereal, olivo y viña, con vistas panorámicas en algunos puntos sobre el valle del Ebro y los contrafuertes de la Sierra de Cantabria.

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