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Desconozco quién o por qué bautizó con el nombre de La Resentida una de las sendas que discurren por el territorio de los pinares de Nalda, pero hay que reconocer que es una denominación con garra, que suscita curiosidad y es un tanto ... desafiante. Llamándose así uno espera encontrarse un sendero encabritado, peleón y con ciertas sorpresas que obliguen al ciclista a ejercitarse a fondo. Y algo de eso se encuentra, pero este descenso es ante todo divertido y muy dinámico, con alguna que otra curva cerrada, suelo en buen estado, en continuo descenso y muy pegado a los árboles, lo que obliga a vigilar continuamente el manillar para no golpear con los troncos y desequilibrarnos. Quizás el tramo más complicado esté al final, una vez abandonado el pinar, con algún peralte peligroso y algo de piedra, pero que se libran sin grandes complicaciones.
La Resentida es el principal objetivo de la ruta de BTT que traemos hoy a este espacio y cuyo descenso tuve el gusto de compartir la semana pasada con el amigoDiego, de los 'buitres' de Nieva de Cameros. Es una de las múltiples sendas que surcan el territorio naldense, cuyos montes, junto con los de la vecina Viguera , se han convertido en una auténtica escuela de mountain bike para los aficionados de las cercanías además de un campo de entrenamiento para los mejores deportistas del género que ha dado La Rioja, entre ellos el laureado Carlos Coloma. En el caso que nos ocupa, el acceso lo vamos a realizar desde Logroño entrando por Clavijo, en donde habrá que realizar la tradicional subida por las 'eses' situadas bajo su peña antes de plantarnos en el municipio. Se sigue por el camino del cementerio en dirección al pinar, que se alcanza en unos minutos mientras nos vamos introduciendo poco a poco en un territorio cada vez más serrano.
Ya entre pinares, discurridos unos 3 kilómetros desde Clavijo, tomamos contacto con las primeras sendas de la etapa a la altura de Peña Lices. Entre árboles y bojs la cerrada vereda nos deposita al cabo de medio kilómetro en una praderita con una caseta en su parte más baja. Estamos ahora a unos mil metros de altitud y todavía nos queda el corto pero duro ascenso a través de la senda de La Leñosa para alcanzar el punto culminante de la ruta de hoy, situado a 1.060 metros. La subida, al menos es bonita, con un primer tramo más llano y una segunda mitad con una dura inclinación (supera el 20%) y un escalón que obliga a darlo todo sobre la bicicleta.
Ya en lo alto, con excelentes vistas sobre los montes circundantes, el recorrido nos lleva en descenso por un camino abierto en un cortafuegos para buscar la entrada a La Resentida. La senda se inicia retándonos con curvas cerradas entre los pinos y sigue luego más impetuosa, aunque siempre con el picante que aportan giros e peraltes, subiditas y bajadas, algunas con una inclinación importante que obligan a controlar la bicicleta con fuerza. El descenso por el sendero es largo, de unos tres kilómetros, casi todo entre árboles (ojo porque a veces se acercan demasiado al manillar) antes de que concluya en una zona más abierta, con algo de piedra y peraltes sobre la ladera a los que conviene poner atención para no derrapar o caer. Termina en un camino dejándonos una amplia sonrisa en la cara y la satisfacción de un chaval que acaba de bajar de una trepidante atracción de feria.
Desde el final de La Resentida a nuestro siguiente destino de la etapa, la senda del Corral o de los Corrales, media poco más de un kilómetro que transcurre por un camino pistero antes de tomar el sendero a nuestra izquierda, a escasos metros de unos antiguos corrales de ganado, hoy ruinosos, que son los que parecen haber dado el nombre este sendero. Estamos ahora ya en un terreno completamente abierto, en una zona de monte bajo y bancales –término de Los Adobes– en donde ciclistas y motoristas se han inventado otro divertido recorrido que baja buscando el barranco del Chorrón de San Marcos. Las rampas y giros se negocian sin complicación, salvo los 50-100 metros finales, en donde la cuesta se empina sobre terreno suelto y en curva obligando a un fino manejo de la bicicleta para mantener el equilibrio y no caer. Claro que uno también se puede bajar y cubrir este tramo final a pie sin riesgos.
Acabado el tramo de los Corrales la ruta sigue por el barranco hasta salir a la ermita de Villavieja, en Nalda a donde podemos entrar a refrescarnos o bien seguir y enlazar con el camino de la Vía Romana del Iregua. Ya solo queda seguir el río y su vega ribereña hasta llegar a Logroño en un recorrido tendido y muy apto para relajar las piernas mientras se comentan las mejores 'jugadas' de etapa.
Distancia: 42 kilómetros
Desnivel positivo: 767 metros
Duración: Entre 2 horas 30 minutos y 3 horas
Avituallamiento: Se puede reponer agua en Clavijo o en Nalda. Hay también bares en ambas localidades si se desea parar. El de Clavijo suele abrir tarde, pasadas las 11 horas.
Principales atractivos: El descenso de La Resentida y la senda de Los Corrales. Vistas de los montes de Nalda desde el punto culminante de la ruta, a la salida de La Leñosa. Peña, castillo y casco urbano de Clavijo
Nivel de dificultad: Difícil. El descenso por los senderos de La Resentida y los Corrales requiere buenas cualidades técnicas sobre la bicicleta y también la subida por La Leñosa, que es además muy dura, aunque corta. Es necesaria también buena condición física para afrontar el kilometraje y el ascenso continuo en la primera mitad del recorrido.
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