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Desde Logroño, la sierra de Moncalvillo se puede atacar en bicicleta de montaña desde varios flancos. Se puede entrar por Hornos, por Daroca, por Sojuela o por Sorzano, a través de sus múltiples pistas o senderos que atraviesan las faldas de estas montañas ... que se asoman al valle del Ebro. En este caso elegimos la ruta que atraviesa Sorzano para subir por el camino más corto (desde Logroño) a La Regadera, una singular canalización que impulsó el cura Juan Calvo en el siglo XVII para recoger las aguas de estas cumbres, llevarlas hasta el molino del municipio y utilizarlas después para el riego de sus cultivos.
Es esta antiquísima obra hidráulica, perfectamente integrada en el entorno, nuestro principal objetivo de hoy, un paseo siguiendo el curso de La Regadera pedaleando por un interminable sendero que discurre siempre llano y entre una tupida masa de árboles, un pequeño paraíso que nunca deja de sorprender por muchas veces que se transite por estos parajes. Tendremos el agua siempre al lado y en algún pequeño tramo no quedará otra que pedalear dentro del arroyo para proseguir nuestro camino. Las épocas recomendables para disfrutar de este tesoro son el otoño y la primavera, cuando hayas, robles y carrascas lucen sus mejores galas.
Claro que para alcanzar La Regadera hay que pagar algún peaje y la ruta nos lo cobra a la salida de Sorzano en forma de una empinada cuesta de 2,5 kilómetros de longitud, más pedregosa en su primer tramo y más pistera luego hasta llegar al bosque, pero siempre picando bien para arriba, con un desnivel máximo aproximado del 15% en alguna rampa. En pocas palabras, un tramo que resulta bastante antipático, pero que hay que afrontar para disfrutar después como enanos por el sendero y el bosque que transita.
De Logroño a Sorzano, la etapa discurre siempre por caminos, primero por la zona asfaltada de Lardero hasta llegar a Prado Salobre, donde se sube la Cuesta de las Vacas, intensa pero corta, antes de salir a la pequeña meseta agrícola de Entrena, con sus frutales y sus viñedos. El camino nos dirige en esta zona hacia la carretera de Nalda a Entrena, que cruzamos antes de encarar otra subida bastante tendida hasta otra carretera, la que enlaza Medrano con Sorzano, que nos dejará en este último pueblo para afrontar la mentada subida hasta La Regadera. Antes de iniciar la ascensión, se puede recargar el bidón en la fuente de la plaza y contemplar su iglesia porticada de San Martín o bien tomar un café o un refrigerio en el bar cercano.
Nada más concluir esta sacrificada cuesta, a mil metros de altitud, la ruta nos interna en los primeros bosquetes de roble de Moncalvillo. Hay que trazar una curva a derechas y enseguida nos sale al paso el arroyo que baja desde la misma Regadera. Cruzamos el regato y subimos, a nuestra izquierda, un repecho en un claro abierto a modo de cortafuegos. Un poco antes de asomarnos de nuevo al camino principal, cogemos la senda a nuestra izquierda, que ya no abandonaremos durante los próximos 3,5 kilómetros. Otra alternativa, si se prefiere, es seguir la pista que va por encima de La Regadera, siguiendo igualmente su curso, pero menos vistosa y divertida que el sendero.
El zigzagueante recorrido de la senda concluye en un camino que se asoma al valle de Urrilla, que desciende por la vertiente oriental de Moncavillo hasta Castañares de las Cuevas. Es éste mismo camino el que vamos a tomar para descender hasta el valle del Iregua con alguna parada en alguno de sus recodos para admirar en toda su extensión el barranco de Urrilla, con buenas masas boscosas de hayas, robles y encinas cubriendo sus laderas. El descenso se realiza a buena velocidad y hacia la mitad es necesario detenerse para abrir una portilla antes de proseguir la bajada hasta la carretera por un camino en el que puede sorprendernos alguna ganadería.
Tras atravesar otra portilla salimos a la carretera N-111 y cruzamos la aldea de Castañares antes de tomar el cruce de Viguera, cruzar el Iregua y justo frente a la fábrica de yeso desviarnos a la izquierda para seguir toda la vega del río hasta Logroño. Entramos ya en un terreno llano, que nos llevará primero por otro bello sendero hasta coger el camino de la Vía Romana del Iregua, rápido y espacioso, que nos llevará hasta la capital riojana entre choperas y huertas ribereñas.
Longitud: 49 kilómetros
Desnivel positivo 718 metros
Duración estimada: De 3 a 3 horas y media
Avituallamiento Se puede recargar el bidón o tomar un refrigerio en Sorzano (km 15), también hay agua a lo largo de todo el recorrido de la regadera, pero es agua no potable, de modo que su consumo no es aconsejable
Principales atractivos: Sin duda el principal atractivo es circular por la senda de La Regadera, 3,5 km de recorrido llano siguiendo el curso del agua y siempre inmersos en el bosque. Merece la pena detenerse en alguno de los hayedos que se atraviesan. También destacan las vistas y la bajada por el barranco de Urrilla y la plaza de Sorzano. Además, el sendero del Iregua en Viguera y la vega del río hasta Logroño
Nivel de dificultad Moderado. Se requiere buena forma física para afrontar la dura subida y un aceptable dominio de la bicicleta para circular por el sendero de La Regadera
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