De marcha en Cornago: diversión entre montañas descarnadas

La ruta que planteamos coincide con el recorrido de la marcha corta de BTT en la edición de este año. Son 40 kilómetros largos de itinerario con un desnivel acumulado de 1.200 metros que muestra un perfil rompepiernas por sus continuas subidas y bajadas, aunque también hay algún tramito llevadero para descansar. Salvo en el segmento final en el que se circula por un pinar, el resto de la excursión discurre por paisajes secos y descarnados de la Sierra de Alcarama, con poca vegetación y en donde se mezclan pistas, caminos y senderos en una acertada mezcla que procura amplia diversión al ciclista, aunque si aprieta el calor no hay sombra donde guarecerse. De manera que conviene ir con protección solar si nos adentramos en estos territorios en días de mucho sol.

Si algo hubiera que destacar de esta ruta, sería sin duda los prolongados descensos por sendas que siguen el curso de barrancos o laderas en tiradas interminables en las que se afrontan curvas cerradas, tramos rocosos, pequeños escalones y trozos limpios y tendidos en donde la bici se acelera con ganas. Cabe destacar en este apartado los senderos GR 93, el que baja a La Toledera y el pantano del Regajo y más adelante los que transitan por los términos de Majacerrada y Las Navas. El regalo final es el descenso del pinar de Gildepuerco a Mojardín, con algún tramo pedregoso en un sendero que juguetea constantemente entre los árboles.

El trazado de estos senderos es la cara buena y divertida de una etapa en la que también hay que sufrir subiendo, a ratos por senderos y a ratos por pistas, con buenas rampas en algunos momentos que oscilan entre el 15 y 20% de porcentaje, aunque por lo general son ascensiones que no te llegan a apuntillar. En ese tránsito entre senderos y caminos, rectas y recodos hay algunos instantes en los que se divisan amplias panorámicas del Cornago con su castillo de los Luna y la iglesia de San Pedro como elementos más reconocibles en un casco urbano que se apiña rodeando la colina. La ruta retorna finalmente al pueblo por un camino llano que sigue el curso del río Linares, cuyo cauce se cruza sin dificultades sin bajar de la bici y dándonos un pequeño remojón que se agradece. En Cornago se pueden recuperar fuerzas en sus piscinas municipales antes de darnos un paseo por su apretado casco urbano y gozar de unas vistas excelentes desde las alturas de su castillo. Y si hay hambre, sin dudarlo, a la taberna de La Reyes.