Sagan se lleva el arcoiris y Valverde acaba sin premio

En Richmond (Estados Unidos) fue capaz de llegar fresco al final de la prueba de ruta de hombres del Campeonato Mundial de Ciclismo de carretera. Durante más de 250 kilómetros aguantó el intenso ritmo y cuando apenas quedaban apenas tres mostró sus virtudes. «Creo que es la mayor victoria», dijo Sagan. «Estoy muy contento. Es increíble para mí. Estoy muy feliz por esto», reconocía el corredor, de 25 años, que completó el recorrido en 6 horas, 14 minutos y 37 segundos, por delante del australiano Michael Matthews y el lituano Ramunas Navardauskas, segundo y tercero respectivamente, con el mismo tiempo

Sagan era considerado uno de los favoritos en el circuito callejero de la ciudad de Virginia. «Tuve gran motivación para ganar. Hice un solo ataque, pero creo que fue el ataque correcto», explicó. Consciente de sus capacidades eligió el momento clave cuando la carrera se volvió completamente loca. No estaba en el corte que parecía bueno a 32 kilómetros del final. El polaco Michal Kwiatkowski, ganador en 2014, se coló en un grupo junto al belga Tom Boonen, el italiano Elia Viviani, el holandés Bauke Mollema, el británico Ian Stannard, el español Daniel Moreno y el costarricense Andrey Amador. Alemania temblaba y se puso a tirar. Obtuvo recompensa y la escapada no fructificó. Después, ya en la última vuelta el holandés Tom Dumoulin y el portugués Nelson Oliveira probaron fortuna, con el mismo poco éxito que el estadounidense Tyler Farrar y el bielorruso Kanstantsin Siutsou.

El pelotón sabía que todo se decidiría en la subida por las estrechas y sinuosas colinas adoquinadas. En ese momento Sagan y el belga Greg Van Avermaet apretaron fuerte entonces hasta el final de la calle 23. Una vez arriba el eslovaco se puso en la parte delantera y descendió como un poseso. «Fue muy extraño. Estaba esperando, esperando. Era también algo así como un poco de locura. Todo el mundo tenía que estar cansado», añadió el eslovaco, que logró mantener la ventaja hasta la línea de meta. Allí completó su show mientras todos los rivales le felicitaban. Lanzó después el casco contra la multitud en un momento de euforia después de su victoria. Boonen, que llegó a soñar con el oro en carrera, le felicitó. Todos repetían la frase. «Si no podía ser yo o uno de mis compañeros, me alegro que sea Peto». 

Matthews, segundo de la carrera, pudo haberse convertido en el primer australiano en ganar la carrera de ruta desde Cadel Evans en 2009. Su compañero de equipo Simon Gerrans, segundo el año pasado, terminó sexto, justo detrás de un Valverde que esta vez sólo pudo ser quinto. A las puertas del podium se quedó el noruego Alexander Kristoff, que tiene 20 victorias este año y se llevó la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Londres-2012 en ciclismo de ruta. El polaco Kwiatkowski, que antes de la carrera anunció que dejaría el equipo Etixx Quick Step para unirse al Team Sky la próxima temporada, finalizó octavo. Ya no volverá a lucir un arcoiris que ahora portará con orgullo y amplificando su sonrisa, Peto. El de los caballitos. El de la furia. El de los segundos puestos. El nuevo campeón del mundo.