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colpisa
Domingo, 22 de marzo 2015, 18:35
El alemán John Degenkolb (Giant) ganó este domingo la 106ª edición de la Milán-San Remo, la primera gran clásica de la temporada ciclista, de 293 kilómetros.
Degenkolb superó en la línea de meta al noruego Alexander Kristoff (2º), vencedor de la prueba el año ... pasado, al australiano Michael Matthews (3º) y al eslovaco Peter Sagan (4º), en un emocionante sprint.
Con el éxito de Degenkolb, Alemania se ha impuesto en esta clásica en dos de los tres últimos años, ya que en 2013 el vencedor fue Gerard Ciolek.
Degenkolb se toma además la revancha de su mala fortuna de 2014, cuando un pinchazo al pie de la subida del Poggio le dejó retrasado.
«El año pasado viví la mayor decepción de mi carrera», reconoció el triunfador del día, muy emocionado y al borde de las lágrimas en la llegada a la Via Roma. «La de hoy es mi mayor victoria», sentenció.
El alemán es un corredor muy completo y ya sabe lo que es ganar en citas de alto nivel, especialmente la Gante-Wevelgem y la París-Tours, pero hasta ahora no había triunfado en ninguna de las cinco clásicas consideradas «monumentos» del ciclismo. En ellos tenía como mejor actuación un segundo puesto en la París-Roubaix de 2014.
En la Via Roma, sitio de llegada de la classicissima, Kristoff inició el sprint desde lejos, pero bajó el ritmo en los últimos 50 metros, en falso llano. Degenkolb, situado en la tercera posición, atacó e impuso su potencia para terminar superando en la meta al noruego, que tuvo que conformarse esta vez con el segundo lugar.
Kristoff era el favorito y asumió ese estatus. Fue su compañero de equipo italiano Luca Paolini el más valiente del día y el que preparó el final para una llegada al esprin, después de un intento de escapadada del belga Greg Van Avermaet. Pese a sus esfuerzos, su compañero noruego no pudo revalidar sus laureles en San Remo.
«Fue muy táctico. Había que pelear por conservar la posición. Kristoff estaba realmente fuerte, pero empezó desde lejos», explicó el vencedor de la prueba, que logró la séptima victoria alemana en esta clásica (4 de ellas de Erik Zabel).
«La Via Roma es un lugar especial, histórico. He conseguido añadir mi nombre a una gran lista», subrayó Degenkolb bajo el sol de la costa mediterránea.
Escapadas sin éxito
La ruta se fue secando por la tarde, después de una carrera marcada al principio por la lluvia.
Tras una escapada de once corredores, la aventura fue perdiendo fuerza y el último de los destacados, el italiano Matteo Bono, fue alcanzado a falta de 25 kilómetros del final.
Geraint Thomas y el italiano Daniel Oss se destacaron a falta de 18 kilómetros del final y llegaron al pie del Poggio, la última dificultad del trazado, con 17 segundos de ventaja. Thomas pasó la cima en cabeza, pero únicamente con unos metros de ventaja sobre un grupo de varios corredores.
En el descenso se cayeron varios hombres importantes (Philippe Gilbert, Michal Kwiatkowski, Zdenek Stybar).
La batalla final demostró la fuerza de Degenkolb y Kristoff, pero también sirvió a dos debutantes enseñar músculo, el italiano Niccolo Bonifazio, que fue quinto, y el francés Nacer Bouhanni, sexto.
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