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Balonmano

Un triunfo reivindicativo del Ciudad de Logroño

Los franjivino utilizaron su paciencia e inteligencia y supieron sufrir para llevarse la victoria

Martín Schmitt

Logroño

Sábado, 14 de mayo 2022

Como en las películas americanas, al final el bueno siempre gana. Este sábado, el Ciudad de Logroño ha sido el protagonista de un western que puso en vilo a un Palacio de los Deportes que vivió todo tipo de sensaciones y que acabó celebrando el ... triunfo del bien sobre el mal: el del balonmano contra algo que, pese a ser legal, afea el espectáculo. Y si el dúo arbitral se lo permite, como ayer, la escena roza lo dantesco. Pero, por suerte para el Logroño y para el balonmano, ganaron los locales, que recortaron distancias con el equipo alicantino y aprovecharon el empate de Cuenca en casa frente al Torrelavega para poner medio pie en Europa. Un angustioso triunfo (34-31= pero que se saborea doblemente.

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Y eso que el Ciudad de Logroño fue de menos a más en la primera parte. Le costó cinco minutos a los franjivino meterse en el partido y seguir con el plan trazado de antemano: intentar robar balones al ataque alicantino de siete hombres para lograr goles fáciles. Un balonmano que acaba siendo tedioso. Pero cada uno a lo suyo.

Y con ese estilo a veces efectivo, el Benidorm se puso a comendar un encuentro lento y con muchos goles. La defensa local poco a poco fue encontrándose cómoda y comenzó a complicar a Nacho Valles y compañía. Solo el argentino James Lewis Parker lograba sumar desde los once metros. Tras empate de un Casado muy inteligente, el Ciudad de Logroño empezó a comandar el electrónico en su mejor momento defensivo. Con un Serradilla muy despierto y un veloz Rubiño, los locales volaron y en un abrir y cerrar de ojos abrieron una renta que llegó a ser de cinco goles (15-10) para el minuito veinte de partido.

Llegaron los recambios y el equipo riojano dio un pequeño paso hacia atrás sin Casado como guía espiritual. El Benidorm siguió a lo suyo y recortó distancias (16-14) en solo cinco minutos.

En la segunda parte, pocas cosas cambiaron. Los locales comandaron con rentas de dos goles hasta que una sucesión de errores permitió al Benidorm empatar (23-23). Quedaban quince minutos por delante y el Logroño sacó a relucir su paciencia e inteligencia. Supo sufrir el bloque franjivino, pero reivindicó su balonmano. Un juego que le permite seguir soñando con la EHF Liga Europea.

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