El triunfo del Logroño cobra más valor tras caer los rivales directos

El primero de los rivales por los billetes continentales que cayó en esta jornada fue el Benidorm, que perdió el viernes en casa de un Sinfín (34-30) que es uno de los mejores equipos de la segunda vuelta.

El Cuenca, tercer clasificado, claudicó ayer por la tarde ante el Cisne, que con su ajustado triunfo (30-28) se despide del farolillo rojo en el que queda hundido el Guadalajara, que cayó ante el Bidasoa (25-30) en un encuentro igualado. El Torrelavega, que ocupa la quinta plaza de la Liga Asobal, perdió también en su visita a Huerta de Rey frente a un Atlético Valladolid que ganó con sufrimiento para tratar de escapar de la zona de peligro.

El último de los rivales directos de los riojanos que perdieron fuerza esta jornada fue el Ademar. Los de Manolo Cadenas, técnico muy cuestionado en León y al que podría sustituir Dani Gordo, perdieron (28-27) en casa del Benidorm en un partido sumamente igualado y que se decantó del lado alicantino en los últimos minutos.

Así las cosas, con el triunfo ante el Ángel Ximénez, los riojanos ganan confianza y achican las cosas en la zona noble, donde solo el Granollers (además del Barça, lógicamente) puede respirar con tranquilidad.

Con respecto a la victoria, Miguel Velasco reconoció que su equipo tuvo en sus manos el sentenciar el choque antes, pero los fallos en los lanzamientos y las paradas de Álvaro de Hita lo impidieron. «Así como en la primera parte Jorge Pérez estuvo muy bien, creo que en la segunda su portería marcó la diferencia. Nos ha sacado tres balones de seis metros y contraataques», apuntó el míster, que admitió que el Puente Genil «es un buen equipo que está a toda costa queriendo engancharse». «Son dos puntos muy importantes. Además, en casa y con muy buen ambiente, con los chicos de la cantera, que seguramente vivieron un día muy especial», sintetizó.