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Granollers se llevó la victoria en el Palacio (38-43) porque fue mejor ante un Ciudad de Logroño que regaló una parte y luego soñó ... con el milagro. Dos caras muy diferentes las del equipo de Miguel Ángel Velasco ante un rival al que no se le podía regalar nada y que dejó la sensación de tener muy buenos mimbres y perfectamente trabajados.
La primera parte del Ciudad de Logroño fue, sencillamente, horrible, en especial los primeros quince minutos. Cuando un entrenador ha tenido que pedir dos tiempos muertos antes del primer cuarto de hora de partido es porque la situación es crítica (6-13).
Avisaba Velasco en la previa que el Granollers es un equipo que ejecuta el contragol a la perfección y ayer dio una lección magistral en el Palacio, ayudado por la caraja franjivina. Moyano, Urdangarín, Montoya, Antonio García movían rápido y percutían una y otra vez a un Ledo que tocó su primer balón en el minuto 24.
En ataque estático el Ciudad de Logroño sobrevivió con esporádicos lanzamientos de Thiago, dos para dos bien jugados con Javi García y tres goles casi consecutivos de Zaja. Para cuando sucedió todo esto Granollers ya administraba una renta de cinco o seis goles.
En defensa el Ciudad de Logroño fue un coladero. Por el centro de la defensa pasaron Uríos, Zaja, Rivero, Thiago... daba igual. Las fijaciones de Castillo eran suficiente para crear espacios que aprovechaban los laterales visitantes.
Con este panorama, el 17-22 del descanso se puede considerar hasta bueno. No se puede aspirar a ganar un partido en Asobal encajando 22 goles en la primera parte.
El comienzo de la segunda mitad presentó un intercambio de goles que beneficiaba a Granollers. Ataque a ataque franjivino, Rey y Romero se convertían en un muro infranqueable en el centro de la defensa 6-0 vallesana. Preciado, Pergel y Rivero chocaban y chocaban siempre con el mismo resultado negativo. Así las cosas, los catalanes volvieron a romper el partido (21-29).
Reaccionó el Ciudad de Logroño con dos paradas de Ledo y goles de Tuà y dos de Cadarso, uno desde siete metros (25-30). Rama quiso cortar la inercia local con un tiempo muerto antes de que fuera a más (m.42).
Quería engancharse al partido el Ciudad de Logroño pero dos exclusiones casi consecutivas de El Korchi y de Zaja se lo impidió. Fue Thiago con acciones individuales el que mantuvo al equipo. Un gol de Uríos comprimió el electrónico (30-34) y Cadarso le pudo un poco más de picante (31-34) a diez minutos para el final. ¡Sí se puede!
La muralla estaba ahora en el área local con Uríos y Thiago respaldados por El Korchi y Zaja. Cadarso pone a Logroño a un gol (33-34). Morir en la orilla.
Castillo respondió con tres goles consecutivos (34-37). Seis minutos para final y tiempo muerto de Velasco. Ya no había opción para los errores. Pero llegaron, en forma de pase de El Korchi, de penalti al larguero de Cadarso y de mala decisión a la hora de lanzar de Zaja.
Final con triunfo para el Granollers en un partido en el que fue mejor y aún así el Ciudad el Logroño le pudo sorprender, pero había demasiada montaña que escalar después del descalabro de la primera mitad.
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