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Cuando las cosas parecen sencillas, el Ciudad de Logroño tiene la capacidad de complicarlas. Este sábado, los riojanos mostraron su faceta irregular, la de la primera vuelta, la que no acaba de sentenciar las cosas y acaba sufriendo. Pero, a diferencia de la primera parte ... del curso, los de Miguel Ángel Velasco han aprendido a sufrir y a sacar los partidos adelante. Lo de esta noche en el Palacio fue una muestra de ello: el bloque riojano iba ganando tranquilamente (17-10) y acabó sudando la gota gorda para llevarse un triunfo importantísimo ante el Puente Genil para mantenerse en la zona alta de la clasificación.
El Ciudad de Logroño comenzó muy serio, sobre todo en el aspecto defensivo donde Javi Rodríguez y Juan Palomino están muy bien sincronizados. Y si a la solidez defensiva se le suma la aportación de la portería, la ecuación es perfecta. Jorge Pérez detuvo en los primeros siete minutos tres balones a Ribeiro, Xavi Túa y Javi Muñoz que permitieron a los riojanos marcar goles fáciles. Así las cosas, el conjunto de Miguel Velasco se vio comandando el marcador (6-3) desde las primeras acciones, lo que le hizo jugar sin presión.
Con Ismael El Korchi dirigiendo correctamente al equipo, el bloque franjivino parecía tenerlo todo controlado en ambas áreas, aunque dos penaltis fallados por David Cadarso y Rubiño dieron oxígeno a un Puente Genil que hasta el momento había ofrecido muy poco.
Pero llegaron los recambios y el Ciudad de Logroño no bajó la intensidad, lo que le permitió, también gracias a las paradas de Jorge Pérez, algunas de mucho mérito, seguir abriendo hueco que llegó a ser de siete goles poco antes del descanso, justo cuando al cuadro pontanés se le empezaba a hacer demasiado largo el encuentro.
Pero en esta liga nadie puede dar nada por sentado, y dos paradas consecutivas de Henrik Nordlander permitieron al Puente Genil recortar distancias (17-13) y dejar el partido vivo para la segunda parte.
Y tan vivo que poco a poco el Ciudad de Logroño fue perdiendo la renta. Los ataques locales se volvieron mucho más espesos y la defensa perdió prestaciones con respecto a la retaguardia de la primera parte. El conjunto franjivino estuvo varios minutos sin marcar y el Puente Genil se puso a dos tantos del empate (25-23). Velasco paró el juego para reordenar a los suyos. Entró una primera línea pequeña (Korchi y Preciado), pero el problema estaba en los seis metros: Javi Rodríguez y Korchi chocaron hasta en tres ocasiones con De Hita, lo que dio alas al Ángel Ximénez.
La defensa dio un paso hacia adelante y el bloque riojano, por fin, abrió un hueco de cuatro goles (28-24). Sin embargo, no fue suficiente y hasta los segundos finales los franjivino no aseguraron una victoria que acabaron celebrando con toda la cantera.
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