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El Balonmano Logroño recibió este domingo una buena noticia desde Santander, dentro de una semana que estaba resultando demasiado agitada en todos los frentes. El Sinfín Cantabria comunicó al club riojano que el positivo que se había detectado en su plantilla era un falso positivo ... .
Esto podría hacer pensar que, de manera automática, los de Miguel Ángel Velasco podrían volver este lunes a la pista. Pero no. En el club son firmes partidarios de apurar las medidas sanitarias y hasta que los 21 miembros de la plantilla no reciban los resultados de sus PCR y todas sean negativas, no se van a retomar los entrenamientos.
Muchos de los jugadores y miembros del cuerpo técnico ya tienen la confirmación de no estar afectados por el COVID-19 mientras que a algunos les tenían que realizar las pruebas este domingo. En el mejor de los escenarios, el miércoles parece el día propicio para el retorno de los franjivino a una pretemporada atípica.
Si las PCR, las pruebas más fiables, arrojan esos esperados negativos se producirá el desconfinamiento de la plantilla y del cuerpo técnico. Desde el pasado 18 de agosto, todos se hallan encerrados en sus casas como medida preventiva y siguiendo los protocolos establecidos. En principio, la situación debería durar 14 días, pero después de la noticia llegada desde Santander y si los laboratorios avalan el buen estado de los franjivino, la pesadilla habrá acabado unos días antes.
Miguel Ángel Velasco ya tiene programado cómo va a ser el retorno a las canchas y cómo va a condensar, con al menos siete días menos de trabajo, todos los conceptos ofensivos y defensivos que le quedaban por interiorizar a una plantilla muy remozada durante este mercado estival.
El calendario de la Liga Asobal, si no se producen aplazamientos ni retrasos o cancelaciones, debería comenzar el 2 de septiembre. Ese día, los de Miguel Ángel Velasco se estrenarían repitiendo el partido ‘maldito’ de la pretemporada, ante el Sinfín y en la capital cántabra. Desde ese encuentro, disputado el pasado día 15, los riojanos han visto cómo se les caían el resto de encuentros de pretemporada. Así que, si no se remedia, el Ciudad de Logroño deberá coger la forma en competición oficial: en Santander, luego en Guadalajara ante el Quabit (5 de septiembre) y, finalmente, el estreno en casa, ante el Viveros Herol Nava, el día 9.
Los aficionados mantienen la duda de si van a poder acudir al encuentro o si se va a lanzar una campaña de socios. El club está a la espera de tener más detalles pero mantiene que no será hasta que existan unos protocolos claros de actuación cuando de pueda ofrecer la posibilidad de renovar los abonos, sabiendo las nuevas ubicaciones de los socios, el aforo del Palacio o las medidas de sanidad exigibles.
Así que continúan todos los frentes abiertos para el club logroñés. Pero, por lo menos, se abre una pequeña rendija a la esperanza en lo deportivo. La vuelta a la cancha de Velasco y los suyos se juega ahora en los laboratorios.
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