Secciones
Servicios
Destacamos
El Ciudad de Logroño prácticamente se ha despedido este martes de la Copa Asobal. Después de unas de las peores segundas partes de los últimos años, en las que ha encajado nada menos que 26 goles, los franjivino han dilapidado una renta de ... siete goles para caer con justicia y mucha vergüenza ante un Granollers que ha aprovechado las lagunas defensivas de los riojanos. Salvo milagro -derrota del Bidasoa en un Artaleku hasta la bandera ante el Balonmano Sinfín-, los de Miguel Velasco no jugarán la Copa Asobal. Un mal menor. Porque lo realmente grave y que debe analizarse minuciosamente por todo el equipo es de qué manera se ha dejado los dos puntos en tierras vallesanas, cómo ha dejado remontarse siete goles cuando dominaba el encuentro.
Y eso que el Ciudad de Logroño en la primera parte ha mostrado su mejor cara, jugando con tranquilidad, sometiendo a su rival, sacando brillo a su gen goleador. Después de unos primeros minutos de estudio, el equipo franjivino, bien manejado por Lazar Kukic, ha empezado a encontrar huecos en la defensa comandada por Ivan Popovic y Marc García. Imanol Garciandia y Patrik Ligetvari han sabido acompañar al central serbio en esa ofensiva, que comenzó a abrir un hueco de dos goles para los visitantes.
Al Fraikin, en tanto, le ha costado arrancar. Oswaldo Maestro ha chocado una y otra vez con la retaguardia bien defendida por Sánchez-Migallón y Ligetvari (el húngaro está en su mejor momento de la temporada). Pero Ian Tarrafeta, también bien anulado en la primera línea, ha empezado a encontrar a Adriá Figueras. El pivote que la temporada que viene jugará en el Nantes francés fue el encargado de mantener a los suyos en el partido... Hasta que Sergey Hernández se ha colocado el mono de trabajo.
Tres paradas consecutivas del guardameta navarro han permitido que el Ciudad de Logroño abriera una grieta más grande, que ha llegado a ser de siete goles (7-15 y 9-16). El Granollers jugaba demasiado agobiado y no podía batir al meta franjivino. Todo le sonreía al Ciudad de Logroño: Lazar Kukic penetraba con facilidad, Ligetvari e Imanol encontraban gol desde los once metros, Moreira era un dolor de cabeza para la defensa y la retaguardia franjivina robaba algunos balones para goles fáciles. Pocos presagiaban lo que iba a ocurrir unos minutos después: la debacle total
Todo se ha empzado a torcer en los minutos finales de la primera parte. Algunas decisiones arbitrales un poco dudosas se han unido a dos exclusiones casi seguidas a Imanol Garciandia y Rudolph Hackbarth. Encima, Adriá Figueras ya estaba totalmente activado, haciendo verdadero daño a la espalda de los defensores centrales riojanos, que nunca han podido ganarle la partida al pivote vallesano.
Por suerte para los intereses franjivinos, ha llegado el descanso con 14-18 en el marcador, aunque las sensaciones no eran las mismas que en la primera mitad de esos treinta minutos iniciales.
La dinámica negativa ha continuado para los de Miguel Velasco, que vieron como entre Ian Tarrafeta, Oswaldo y Figueras no solo les remontaban. Para el minuto 8 de la segunda parte los locales ya se ponían por delante (22-21). La defensa franjivina ya era un dibujo animado. Salía tarde a tocar a Oswaldo y Tarrafeta y Figueras campaba a sus anchas en los seis metros. Pero no sólo la defensa hacía aguas. Sergey Hernández era incapaz de tocar balón alguno. Después de una primera parte seria, el meta se fue diluyendo a la misma velocidad de su retaguardia: catorce goles seguidos le han marcado antes de poder volver a tocar cuero.
Ha entrado Jorge Pérez para intentar solventar la situación, pero el joven meta tampoco ha tenido su día. Pese a todo, el Ciudad de Logroño se mantenía en partido, a remolque de dos goles, y con la esperanza de poder cambiar una historia que se le había torcido mucho. Lazar Kukic e Imanol Garciandia han mantenido a flote a los riojanos hasta los minutos finales, pero se han abandonado cuando han sido conscientes de la superioridad del Fraikin, que sigue mandando en su pista después de catorce años.
El tener una plantilla corta, el cansancio de los jugadores más habituales y las malas decisiones han acabado con el Ciudad de Logroño en Granollers. Un equipo, el riojano, que juegue o no la Copa Asobal -eso ya no depende de ellos- deberá hacer una profunda reflexión acerca de cómo se le escapó la tortuga.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.