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El Ciudad de Logroño necesita tumbarse en un diván. Su depresión no tiene límite y requiere un reseteo mental urgente. Este domingo, los franjivino han caído (34-32) ante un valiente Torrelavega, perdieron a otro hombre clave, esta vez a Edu Cadarso, para el resto ... de temporada, y se alejan de Europa a un ritmo vertiginoso. El conjunto riojano, cuya defensa quedó nuevamente retratada, es una sombra de lo que fue meses atrás. Después de perder la segunda final en cuatro días, los de Velasco se despiden de la jornada fuera de puestos EHF a cinco fechas para concluir el año.
No empezaron nada bien las cosas para el Ciudad de Logroño porque antes del quinto minuto de juego caía desplomado Edu Cadarso tras chocar con el local Alonso Moreno. Rodilla derecha y muy mala pinta. Los gestos de cariño de su hermano David, que se tiró al parqué a abrazarle daban muestras de que la lesión era grave. Ismael El Korchi se quedaba como único central en la caldera del Vicente Trueba.
El Logroño es un equipo acostumbrado a jugar en cuadro. Y ahora estaba obligado a demostrarlo si lo que pretende es jugar competición europea el curso que viene. Con ese duro primer impacto, le costó entrar en el partido al equipo riojano, que atrás estuvo amparado por un soberbio Sasha Markelau, que en esa primera parte detuvo once lanzamientos.
Fue el Torrelavega el que cogió carrerilla y empezó a comandar el encuentro por dos y tres goles, aprovechando los desajustes del centro defensivo franjivino. Pero los cántabros sufrieron también la lesión de su hombre importante, Isidoro Martínez, que se fue renqueante de la pista. El juego riojano fue intermitente, con algunas grandes acciones de El Korchi y Moreira, y con algunos despistes como pérdidas y agujeros defensivos.
Sin embargo, en ese toma y daca salió airoso el conjunto de Miguel Velasco, que se fue a los vestuarios comandando el encuentro por la mínima (14-15). Ahora solo faltaba si con el escaso fondo de banquillo iba a ser capaz de aguantar la media hora restante.
Tras el paso por los vestuarios, las cosas parecieron sonreír para los franjivino, que se pusieron con una renta de tres goles cinco minutos después de reanudarse el encuentro. Pero poco le iba a durar la alegría al bloque de Velasco, que volvió a demostrar importantes errores en el eje central de su retaguardia, también cogida con pinzas con un Kisselev muy tocado de su codo.
Así, el Torrelavega remontó y a partir del minuto 41 fue el que dirigió el pleito, con huecos que nunca fueron superiores a los dos goles. Markelau bajó sus prestaciones mientras la defensa seguía haciendo aguas y se llegó a los últimos minutos, los importantes. Los instantes en los que más fallan los riojanos, que acarrean una grave depresión que les está dejando fuera de Europa.
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