El Ciudad de Logroño, obligado a mejorar en una pista difícil

Más allá del pésimo juego de los franjivino, el problema más inmediato que debe resolver el conjunto riojano es la evidente falta de carácter que mostró el viernes en esos primeros treinta minutos fatídicos. Y el inyectar intensidad a una plantilla es algo que no se puede entrenar.

Sin embargo, el Ciudad de Logroño está obligado a cambiar su dinámica negativa en El Sargal, un pabellón hostil y complicado, aunque los números no son tan terroríficos para los franjivino. El Ciudad de Logroño se ha medido a Cuenca catorce veces en su cancha, con seis victorias para los locales, cuatro para los visitantes y otros cuatro empates.

La última vez que Cuenca y Logroño se vieron las caras en El Sargal, el curso pasado, fue una victoria clara (37-31) para los de Lidio Jiménez; el año anterior, el encuentro se lo llevó el cuadro de Miguel Ángel Velasco (21-27).

Esta temporada, el conjunto conquense lleva una inercia positiva, con dos claras victorias (ante Guadalajara, 24-32, y contra el Atlético Valladolid, 28-33) y una derrota, lógica, contra el Barcelona –26-38–.

Esta semana ha sido complicada para un Ciudad de Logroño que a la derrota frente al Granollers y a la dimisión de su Community Manager y responsable de Comunicación, Juanjo Acobi, ha tenido que trabajar con algunas bajas en la plantilla.

El lateral Oleg Kisselev, con un esguince en su tobillo, es seria duda para viajar a Cuenca, al igual que el extremo derecho Edu Ortiz, que se lesionó el hombro durante el calentamiento del partido ante el conjunto vallesano. Otro jugador que no ha trabajado esta semana ha sido Mamadou Diocou, que ha estado enfermo aunque Velasco espera poder contar con él en El Sargal mañana en un encuentro que comenzará a las 17.00 horas.