El BM Logroño pone la directa hacia Europa

El Ciudad de Logroño comenzó como un tiro. Y la receta utilizada fue la misma de siempre: intensidad defensiva y las paradas de Xoan Ledo, que regresará a lan portería de la selección española después de casi cuatro años. Con un ritmo altísimo de juego, los riojanos empezaron a abrir hueco a partir del quinto minuto.

A partir de entonces, sin bajar la velocidad, el equipo franjivino fue entonándose gracias a los goles rápidos de Oriol Zarzuela y Xavi Tuà. En el juego estático, el inicio de Ángel Rivero fue muy esperanzador con cuatro goles en cuatro intentos, siempre llegando a la línea de seis metros, o asistiendo a Zarzuela, que en esa primera parte marcó cinco tantos.

Pau Guitart no tocaba cuero y el Ciudad de Logroño se puso a cinco goles (10-5, minuto 12). A partir de entonces, el motor empezó a fallar. La defensa dejó de ser fiable y Dalmau Huix encontró los huecos para plantarse delante de un Ledo que bajó sus prestaciones.

Recortó el Villa de Aranda el marcador, y con el recambio de piezas (entraron Preciado, Cadarso, Luis Juárez y Ponciano) los franjivino hicieron la goma. Pero siempre mantuvieron al Villa de Aranda a una distancia prudencial de tres o cuatro goles. De esta manera, y con la velocidad vertiginosa de juego de ambos equipos, se llegó al descanso con un 21-17 favorable a los locales. No estaba ni mucho menos definido el encuentro. Era muy consciente de ello el equipo dirigido por Miguel Velasco.

Porque tras el paso por vestuarios, los burgaleses se metieron de lleno en el encuentro gracias a los goles de un impareble Samuel Saiz, con un látigo en su brazo derecho. Lo pasó mal el Ciudad de Logroño, que llegó a sentir la respiración del equipo arandino, que llegó a situarse a dos goles (24-22, minuto 41). Sin embargo, los riojanos no se dejaron amedrentar y aguantaron el mal rato respondiendo a cada tanto en contra con un contragol de Xavi Tuà (qué importante es este jugador para el elenco franjivino).

Esta paridad en el marcador continuó hasta los últimos diez minutos finales. Apareció en escena Xoan Ledo, que llevaba tiempo sin parar un lanzamiento, la defensa cerró filas y Álvaro Preciado volvía a marcar una renta de cinco goles para los locales (31-26). La retaguardia se puso muy seria y desgastó a un Villa de Aranda que acusó el cansancio. Al final, el equipo de Miguel Ángel Velasco se abrazó a un nuevo triunfo (ha sumado 23 de los últimos 26 puntos en juego) que celebró ante un Palacio de los Deportes entregado. Está lejos todavía, pero los franjivino ponen la directa hacia Europa.