Cangas de Morrazo, último capítulo

Pero nada es tan fácil en la Copa del Rey. Después de esta ronda hay una eliminatoria más y luego los equipos que pasen se someterán a un sorteo puro, sin cabezas de serie, con todo lo que ello conlleva. Pero no hay que adelantarse en el tiempo. El único objetivo en la mirilla del Ciudad de Logroño es el Frigoríficos Morrazo, que el domingo le derrotó 30-28 aprovechando las bajas que un virus gástrico provocó en seis jugadores –entre ellos piezas tan importantes como Agustín Casado, Isma El Korchi, Leo Dutra y los dos porteros– y el entrenador.

Una afección que obligó a los riojanos a tener que alejarse de su estilo rápido de juego y tener que afrontar el encuentro con un ritmo lento, pausado, en el que el Cangas jugó mucho más cómodo. Para esta noche, Velasco quiere que el Ciudad de Logroño regrese a sus orígenes. «Veremos a ver cómo transcurre el partido. Si podemos aguantar, intentaremos imponer nuestro estilo de juego», apuntó ayer un Miguel Velasco que se sentía con mejor ánimo.

El técnico segoviano reconoció que el domingo su equipo cometió muchos errores, sobre todo defensivos y en transiciones, «algo que en un partido igualado acaba siendo definitivo».

Pero el Logroño quiere pasar página. Hacer borrón y cuenta nueva para centrarse en pasar esta eliminatoria en un campo complicado y frente a un rival ambicioso y con mucha calidad como el Cangas.