Subcampeón con honra

El Ciudad de Logroño despide a Naturhouse con un buen partido en la final de la Copa ante el todopoderoso Barça

efe

Domingo, 11 de junio 2017, 16:41

El Naturhouse se despide arriba del todo. O lo más arriba que puede: la superioridad del FC Barcelona en el balonmano nacional es tan insultante que la lucha se reduce a ser segundos. Y serlo con la mayor brillantez posible.

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Como lo ha sido el ... Naturhouse (en adelante, Ciudad de Logroño, porque hoy despedía a su patrocinador). Una gran primera parte, un mal inicio de segunda, y una brega constante entre dos y tres goles para acabar sucumbiendo.

Así, el FC Barcelona sumó su decimoctavo título de la Copa del Rey -vigésimo primero tras la denominación anterior- tras imponerse por 29-34 al Naturhouse, que mantuvo la esperanza pero fue superado en un segundo tiempo en el que los catalanes fueron mejores.

En su segunda final copera, el Naturhouse despidió el que puede ser uno de sus últimos proyectos más ambiciosos con la cabeza alta a pesar de un marcador que se estiró en exceso al final.

Los riojanos demostraron desde el primer momento su ambición, sin perder la cara a un rival superior, a priori, pero con el que ya había vivido alguna reciente batalla igualada lo que les daba esperanzas de sorpresa.

Incluso tomaron ligeras ventajas en el marcador sin que el Barcelona diera facilidades, sino fruto del juego sólido, con variedad de recursos y alternado alguna "trampa" puntual defensiva como el 5-1 con Sánchez Migallón de avanzado.

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Sin embargo, el conjunto azulgrana empezó a demostrar su superioridad pero sin la contundencia que había mostrado en cuartos y semifinales, y sacaba brillo a sus individualidades -N'Guessan o Rivera- para llegar a disfrutar incluso de tres goles de ventaja (8-11, minuto 19).

Un tiempo muerto de Jesús Javier "Jota" González recompuso a los suyos que encontraron la solidez de Gurutz Aguinagalde en la portería -frente a un oscuro Gonzalo Pérez de Vargas- para empezar a creer en lo que cantaban sus aficionados en las gradas, ¡sí se puede!, sobre todo con el empate al descanso 14-14.

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Pero la ilusión solo aguantó un suspiro porque en la reanudación el equipo de Xavi Pascual siguió explotando la envergadura del polaco Sypzak con las asistencias de Raúl Entrerríos para castigar la defensa abierta de su rival y, junto con su poderío de lanzamiento, puso de inmediato un parcial de 0-4.

Los azulgranas, mucho más serios y con Ristovski aportando desde la portería, parecían poner la directa (19-24) mediado el segundo periodo, pero a las penetraciones de Víctor Vigo, hasta entonces casi único argumento, empezaron a acompañarle otros compañeros, entre ellos un activo Sánchez Migallón en ataque y defensa para agarrarse a sus opciones, sin que la diferencia bajara de dos goles.

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En los instantes finales, los riojanos arriesgaron lo que se tradujo en una diferencia más amplia de lo que fue el choque, en el que Raúl Entrerríos se llevó los galardones a nivel individual de máximo goleador y mejor jugador y el guardameta Gurutz Aguinagalde el de mejor portero.

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