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Martín Schmitt
Jueves, 13 de octubre 2016, 18:52
No hay descanso para el Naturhouse. Los de Jota siguen a ritmo de crucero, sumando partidos de Asobal y Liga de Campeones en la misma semana y acumulando victorias y kilómetros, miles de kilómetros. A los viajes más ligeros de la competición local, los franjivino ... añaden los exigentes desplazamientos a los que están obligados para afrontar los partidos de su grupo de Champions.
Como ejemplo, vale con ver el viaje que el equipo riojano ha tenido que acometer para disputar el sábado (17.30 horas) el duelo ante el Metalurg en Skopje. Para cubrir los casi 3.000 kilómetros que separan Logroño de la capital de Macedonia, la expedición del Natur ha debido viajar a Madrid sin apenas tiempo de recuperarse del partido del miércoles ante el Benidorm en el Palacio de los Deportes. Desde allí, han tenido que coger un vuelo que les llevaba a Estambul y, desde tierras turcas, otro para llegar al destino deseado.
Vamos, un palizón para cualquiera, y más aún para unos bigardos como los jugadores franjivinos, que tienen que pegarse estas palizas en transportes preparados para personas de talla media y no para los enormes cuerpos de los pupilos de Jota... y encima, son capaces de ganar.
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