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Martín Schmitt
Sábado, 1 de octubre 2016, 13:33
El Naturhouse La Rioja ha sumado hoy su primer triunfo en la Liga de Campeones 2016-17, por 31-30 ante el Montpellier, el favorito de su grupo, que no ha podido contrarrestar al final la fe y el empuje de ... los riojanos.
El Montpellier llegaba a Logroño avalado por la calidad de toda su plantilla y durante el partido la demostró; pero al principio y en la recta final no tuvo la raza que sí enseñó el Naturhouse y por eso los riojanos se llevaron una victoria casi épica, de esas que avalan la profesionalidad de cualquier deportista.
El técnico del Naturhouse había reclamado a sus jugadores esta concentración y orden y sus jugadores, en el primer tiempo, le obedecieron en lo primero y no tanto en lo segundo.
Porque desde el inicio el equipo de Logroño trató de marcar un ritmo de ataque alto, casi alocado, y con él descentró a un rival incapaz de responder a esa dinámica.
Así, durante más de veinte minutos, los riojanos fueron por delante de manera clara y holgada, con un juego basado en la intensidad defensiva, un buen nivel en la portería y la velocidad al contragolpe.
El egipcio Sanad (7 goles) y Víctor Vigo ejercieron de motores para un equipo que sabía que con el juego parado sufría más y por eso estaba empeñado en correr y correr.
Pero era difícil mantener siempre esa dinámica y por eso en la recta final del primer tiempo el partido se detuvo algo y el Montpellier empezó a estar más cómodo porque podía hacer su juego académico, en el que era muy superior.
Le ayudó a ello, también, el ir a más en su intensidad defensiva, a veces excesiva, sobre Garabaya y el que en ataque empezó a circular mejor el balón, lo que le permitía al final de cada jugada buenos lanzamientos.
Por ello el equipo francés logró alcanzar el descanso con una desventaja aceptable, tres goles, para como le había ido el primer tiempo.
Sobre todo porque el equipo francés aprovechó el descanso para afrontar los siguientes minutos de otro modo, con más ritmo, de la mano de Grebille (4 goles en el inicio del segundo tiempo) y sin dar espacios al ataque anárquico riojano.
Ese cambio del Montpellier modificó también el partido y dejó al Naturhouse sin respuesta, con lo que cedió terreno poco a poco hasta verse por detrás (19-20) a los diez minutos del segundo tiempo.
Desde entonces el partido estuvo marcado por la igualdad, los empates y la certeza de que cada fallo podía ser determinante.
Pero el Naturhouse logró que el primer fallo que cometió no fuera definitivo, y pasó de perder por dos (23-25) no solo a empatar de nuevo (25-25) sino que en otra de sus oleadas logró colocarse por delante (28-26) a menos de siete minutos para el final.
Ahí estuvo la clave del choque, porque el Montpellier no supo contrarrestar ese empujón ni siquiera al tener un jugado más casi los dos últimos minutos.
En realidad, desde el 29-17, a cinco minutos del final, el choque ya no tuvo ningún esquema, solo acciones de fuerza, entrega y lanzamientos rápidos; y en eso, el Naturhouse ya había demostrado que era mejor y gracias a ello ganó para delirio de la grada.
Nuestro directo del partido
Así nos lo ha contado nuestro compañero Martin Schmitt para larioja.com
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