¿Conducta futbolera?
El autor apela a la "educación y cultura deportiva" para eliminar comportamientos inadecuados en las canchas de balonmano
Eloy Madorrán
Lunes, 15 de febrero 2016, 13:09
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Eloy Madorrán
Lunes, 15 de febrero 2016, 13:09
El pasado seis de febrero los árbitros que dirigían el encuentro de Asobal entre Puente Genil y Granollers detuvieron el juego a instancias del portero del equipo catalán, 'Bombom' Almeida, debido a los insultos racistas que estaba recibiendo por parte de un grupo de seguidores ... locales. César Augusto Oliveira de Almeida, conocido en el mundillo del balonmano como 'Bombom' Almeida, es un jugador brasileño que alertó a los árbitros del partido (Sebastián Fernández y Alberto Murillo) que algunos aficionados del Puente Genil le estaban dedicando insultos racistas. Según explicó posteriormente el jugador eran "tres, de una peña, uno era un padre con sus hijos". Los insultos no cesaron y Almeida volvió a quejarse. Los árbitros detuvieron el partido durante unos minutos. Ya con los ánimos más calmados se reanudó el juego.
A partir de entonces se sucedieron los acontecimientos: comunicado de condena del Puente Genil, identificación de la persona que comenzó los insultos, prohibición al susodicho de entrar a cualquier campo de balonmano en las competiciones que organice Asobal, mensajes de solidaridad con Almeida y condena unánime de todo el mundo de balonmano.
"Es un comportamiento futbolero que no debemos admitir en nuestro deporte". Esta reflexión la he escuchado a muchos seguidores del balonmano y estoy totalmente en desacuerdo. ¿El balonmano es un deporte noble? Sí. Pero las protestas, el insulto al rival y el desprecio a la labor arbitral están presentes a diario en todos los campos de Asobal. No nos pongamos dignos. No nos hagamos nosotros mismo trampas jugando al solitario. Este tipo de conductas solo hacen visible el lado más oscuro de la condición humana. Se trata de un comportamiento recriminable, pero existe, está ahí. No podemos negarlo. Solo hace falta presenciar un partido igualado en el Palacio de los Deportes (o en cualquier pista de Asobal) para ver a algunas personas sobrepasando el límite con insultos y descalificaciones.
Y contra esto sólo cabe educación y cultura deportiva, desde pequeños. Así que hagamos lo más difícil de conseguir en esta vida: ser consecuentes. Si este comportamiento "no es propio del balonmano", denunciémoslo. Que sea perseguido. Pero no miremos hacia otro lado escudándonos en que "es una conducta futbolera que en el balonmano no ocurre".
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