Me enteré de la noticia mientras veía un partido de balonmano ¡cómo no! El viernes por la noche disfrutaba del Escolapios-Calasancio (por cierto, ganó el padre y perdió el hijo) cuando llegaron los primeros tuits avisando de que algo había ocurrido en París. Algo ... serio, muy serio. A partir de ese momento, aluvión de mensajes contradictorios. El número de víctimas crecía a la misma velocidad que la indignación mundial. El fatal resultado ya lo conocen.
París, la ciudad castigada por los terroristas, es la sede del PSG de balonmano, uno de los equipos más potentes del panorama mundial que pelea por ganar la Champions, competición en la que también participa el Naturhouse. Francia es la selección dominadora en el balonmano mundial en el siglo XXI: 2 oros olímpicos, 5 Mundiales y 3 Europeos, entre otros títulos, lo confirman. El balonmano, nuestro deporte favorito, nos une con Francia y con París.
Muchos aficionados salimos el pasado sábado del Palacio de los Deportes de Logroño preguntándonos por qué no se había guardado un minuto de silencio en memoria de las víctimas de París en el Naturhouse-Mevdevi, como sí pasó en otros partidos de Champions y en Asobal. Parece ser que la decisión se tomó en el congreso de la IHF el mismo sábado por la mañana y la orden -se desconoce el motivo- no llegó a Logroño. Por tanto, el delegado federativo para este partido siguió con el protocolo establecido, sin minuto de silencio, ante la incredulidad de los allí presentes. Para rizar el rizo de esta sinrazón, el delegado federativo pata este encuentro, Robert Dujardin, es ¡¡¡ francés!!!
¿Qué tal un poco más de sentido común y menos cogérsela con papel de fumar?
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