Pendientes de un resultado para soñar

Así que el equipo riojano se lo juega todo a una baza, al doble o nada, a la carta más alta. No es de extrañar que Jota González, entrenador del equipo franjivino, convocara tras el último entrenamiento a todos los jugadores en el centro de la pista y les recordara lo que está en juego. Caras serias, de concentración. No hace falta recordarle a la plantilla lo que se pone hoy en juego.

Salvo Javi García, el resto de la plantilla está a disposición del entrenador. Hará falta saber si finalmente Albert Rocas puede tomar parte en el equipo porque ayer, nuevamente volvió a quedarse trabajando al margen.

Claro que las precauciones son pocas y más si se habla con el técnico riojano, pero no le falta razón cuando analiza el nefasto calendario con el que han tenido que torear los macedonios. No es menos cierto, por otra parte, que puestos a medir, también el conjunto balcánico tiene motivos más que sobrados para asumir el desafío de Logroño.

La clave del partido pasa por la defensa. Jota así lo entiende. Defensa y portería. No está tan preocupado en la faceta anotadora, porque en este sentido el equipo se ha mostrado siempre con la bombilla encendida. La baja de Javi García, con ser destacable, tampoco llega a convertirse en una obsesión porque en palabras de Jota «tenemos a Ángel Romero y a Rubén Garabaya para cubrir cualquier contingencia y por tanto no será una excusa para esgrimir en caso de derrota o victoria».

Lo que sí tiene claro es que, dadas las circunstancias, no va a reservar a nadie dado el valor añadido de un resultado positivo.

Niega el técnico del equipo riojano que el Metalurg sea un equipo anárquico cuando se le evoca el estilo de juego de otros equipos balcánicos o de algunos jugadores viciados por el exceso de contacto o la marrullería.

Sorpresa

El partido de hoy representa la última sorpresa para el equipo riojano en esta fase de grupos. Bien es cierto que el vídeo ha funcionando con el 'rec' encendido en los partidos anteriores, pero hoy se cruzan los dos últimos equipos del grupo antes del arranque de la segunda vuelta, precisamente en orden inverso al de la primera y rendir visita la semana que viene a Skopje.

El equipo balcánico ha llegado a Logroño con dieciséis o diecisiete jugadores. Peleas internas en el bloque por los impagos del club, la huida de varios jugadores y una plantilla dolida pueden ser un lastre para ellos o, por contra, un acicate para un club que necesita, más que buenos resultados, dinero.

El club macedonio presume de una plantilla muy amplia y expresa a los cuatro vientos que es un equipo que trabaja por y para la formación de jugadores, pero en la capital riojana no da la impresión de que la apuesta sea por los jóvenes, con perfiles interesantes 17 y 18 años que empiezan a llamar a las puertas de una plantilla en la que lucen jugadores de hasta 39 años como la estrella Renato Vugrinec. Igualmente destaca el equipo por la generosa anatomía de sus pivotes que enlaza con el perfil de antaño de aquellos mármoles anclados en la zona de palos. La gestión de los tiempos y de los recursos humanos corresponderá a un hombre curtido en mil batallas como es Lino Cervar.

Esa aparente cortina de humo no debe servir de parapeto para un bloque que se caracteriza por manejar muy bien los tiempos del partido y de la que se espera que vayan al ralentí para no quemar los cartuchos que han traído a Logroño. Esa estrategia contrasta con la calidad individual de una primera línea que tratará de no desgastarse en exceso para mantener la compostura hasta el final del partido. Apurar las posesiones hasta el límite del pasivo y jugársela a un lanzamiento definitivo puede ser una estrategia muy peligrosa.

El conjunto riojano, que ya le ha tomado la medida a esta competición después de la novatada del año anterior, no debe caer en ninguna provocación de este estilo ni afear su programación por acciones concretas del partido. «El Naturhouse ya va tomando nombre poco a poco en Europa y hay mucha gente que ya está acostumbrada a jugar partidos de este relieve».

La velocidad será una de las armas primordiales para armar las contras del equipo, así como la atención en la defensa para acertar con los robos de balón siempre y cuando los rivales busquen alargar las posesiones. Estas recetas, básicas por otra parte, combinadas con el empuje de la afición riojana, harán que el Palacio vibre un día más.