España sufre para poner más de un pie en el Mundial

Contra Letonia, en el WiZink Center, España se confirmó como un equipo valiente y con carácter, pero sufrió un preocupante apagón tras el descanso y lo pagó con un final sorprendente, de infarto, en el que estuvo muy cerca de su segundo tropiezo en esta fase de clasificación. Después de ir ganando por 60-42 en el tercer parcial España aflojó en defensa, perdió el tino en ataque y permitió recuperarse a Letonia, que consiguió remontar a falta de 12 segundos (81-82) tras una pérdida de Colom y una falta posterior de Oriola. Precisamente, los principales protagonistas del choque.

Por primera vez en todo el encuentro Letonia se puso por delante y con una docena de segundos por jugar le tocó erigirse a Colom, que corrió de campo a campo y culminó con una penetración una última gran canasta para dar la victoria. Colom se llevó todo lo que se le puso por delante y, a falta de cinco segundos, sentenció de forma definitiva a Letonia. Aun tuvo tiempo la selección exsoviética de forzar al menos una prórroga, pero España, liberada con una genial canasta del base andorrano, volvió a fajarse en defensa para evitar un traspié que no hubiera sido grave pero que hubiera dejado muy mala cara a esta selección que aunque aún tiene mucho que mejorar, sobre todo en defensa, destila esfuerzo y empeño por intentar dejar un sello. Porque las polémicas ventanas de la FIBA han cerrado las puertas a las grandes estrellas de la selección, aunque contra ucranianos y letones volvió Sergio Rodríguez, pero las han abierto para un amplio abanico de jugadores ansiosos de demostrar a Scariolo que puede contar con ellos si es preciso, porque exhiben no sólo calidad e inteligencia táctica, sino mucho corazón y agresividad, caso del guerrero Oriola (15 puntos y 11 rebotes), clave en el trabajado triunfo en la capital que España quiso brindar a Juan Carlos Navarro.

Ante un complicado rival como Letonia, que con dos grandes jugadores, Strelnieks y Timma (40 puntos entre los dos) no se fue del encuentro ni cuando perdía por 18, la selección de Scariolo ofreció otra importante demostración de compromiso, con fases de muy buen juego en ataque, aunque tuvo lagunas defensivas y una preocupante desconexión que llevó el duelo a un final de infarto, después de 38 minutos bastante tranquilos. El bajón llegó en ese tercer cuarto en el que un parcial de 0-9 empezó a complicar el triunfo español y, pese a los intentos de Javi Beirán desde el exterior, Letonia mantuvo su línea para llegar a tener opciones a la victoria mientras el Palacio de los Deportes no se podía creer que se llegase a esa resolución. Al final, Quino Colom (18 puntos y cuatro asistencias) tiró de valentía y personalidad para que el equipo y la afición estallasen de júbilo y el director de juego andorrano quedase ratificado como ídolo indiscutible de las ventajas y del pasaporte mundialista que está más cerca de ser sellado.