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Le queda mucho camino por recorrer todavía a este imberbe Rioverde Clavijo pero los últimos quince minutos ante el Teknei Bizkaia Zornotza son la mejor muestra de lo que debe y quiere ser. En el primer partido como local de la temporada, el conjunto blanquiazul ... pareció quedarse sin armas ante la solidez de un adversario equilibrado y muy serio. Pero los últimos minutos de los de Jorge Serna fueron gloriosos, sobre todo por la emoción que transmitieron los suyos. Primera victoria del curso para los logroñeses (68-67) y la sensación de que todavía están lejos de su mejor versión pero con unos momentos finales que ilusionan mucho. Las ausencias del capitán Miguel de Pablo y de Vit Hrabar también se suman como una rémora más para el conjunto capitalino en la búsqueda del equilibrio en este comienzo de temporada, pero de momento, ya ha caído la primera victoria.
El partido estaba, más que nunca, en el estilo. Un equipo hecho como el Zornotza, con veteranos y muy sólido en el juego estático, frente al 'roster' joven que busca el juego rápido con escasa elaboración de un Clavijo que, como explicó el propio Jorge Serna, está en pleno proceso de construcción. Y, de inicio fueron los vascos los que hicieron valer sus armas. Su dominio era escaso en el marcador pero el cuadro de Amorebieta estaba más asentado sobre la cancha del Palacio. Savkok cometía tres faltas en menos de tres minutos y los visitantes disponían del bonus también con muchos minutos por delante, con Ardanza y Mazaira (16 puntos en la primera mitad) castigando desde el exterior (9-18) y con los locales sufriendo mucho para sumar canastas en juego y sin posibilidad de correr.
Rioverde Clavijo
Querejeta (4), Moreno (6), Savkov (7), Ayesa (3) y Medina (4) -cinco inicial-; Arbosa (7), Faye (13), Torres (17) y Orlov (7).
68
-
67
Teknei Bizkaia Zornotza
Morton (6), Taboada (2), Ardanza (11), Salazar (4) y Mazaira (26) -cinco inicial-; Obiorah (1), Thiam (9), Mendía (6), Albisu y Gil (2).
Parciales 12-19, 30-40 (descanso); 46-47 y 68-67 (final).
Faye aportó energía en la inestabilidad blanquiazul. Pero entre las virtudes del Zornotza está el no descomponerse nunca y, ante un Clavijo que no tiene todavía la continuidad deseada en las dos partes de la cancha y sin anotación exterior (uno de doce en triples en la primera mitad), es una virtud de mucho valor (22-35).
No variaron demasiado las cosas tras el descanso muy a pesar de lo que quería el Rioverde. Los de Javi Panizo siguieron centrados en hacer lo que más les convenía. La efectividad de su filosofía de juego se reflejaba claramente en el marcador (38-54). Era un goteo constante más que una cuestión de rachas lo del Zornotza. La continuidad que tanto busca Serna.
Apretó el Clavijo en los mejores minutos del partido aferrado al contagioso espíritu peleón de Hugo Arbosa. Y la vida volvió al Palacio de los Deportes (59-61). No era un juego preciosista pero sí descarado y valiente en ataque, con Kevin Torres sacando el fusil de francotirador, y peleón en defensa. El estilo de este Clavijo por fin se veía y los aficionados también se engancharon a él. Moreno ponía la igualada a 61 a falta de tres minutos
Kevin Torres, con un nuevo triple, ponía por delante al Clavijo por primera vez en el partido a falta de quince segundos para el final (68-67). Jugó el Zornotza la última posesión del choque. El balón fue para Mazaira, que esta vez se quedó muy lejos de su objetivo. El rebote fue para Arbosa, que falló los dos tiros libres de la falta posterior, pero el tiro desde medio campo del Zornotza no fue dentro. Victoria agónica. Remontadón. Lo que más gusta en el Palacio. Sufrimiento y éxtasis.
Parecía Jorge Serna el más tranquilo de los presentes en la sala de prensa del Palacio de los Deportes, apenas unos minutos después del agónico triunfo del Rioverde Clavijo ante el Zornotza. El técnico blanquiazul acertó de lleno con el análisis del partido en las declaraciones previas del jueves a los medios. El que impusiera su estilo se llevaría el partido. «Nuestro plan del partido no puede ser otro que el de los últimos diez minutos, no tenemos otra, nuestro argumento durante toda la temporada tiene que ser este», explicó el preparador aragonés, satisfecho por el triunfo y por la «energía» mostrada por los suyos en el último cuarto. Ahora bien, se puso serio y crítico con su equipo por lo hecho durante buena parte del choque: «No tenemos que esperar 30 minutos para mostrar nuestro juego. Obviamente, estoy muy contento por la victoria, pero estoy bastante centrado en todo lo que tenemos que mejorar, que básicamente nace de empezar desde el minuto uno, en casa o fuera, desde esta intensidad defensiva, desde esta presión».
Incidía en que «necesitamos cambiar la cara desde la defensa, desde tocar balones en primera línea, desde canastas fáciles. Y eso solo lo hemos conseguido en el último cuarto. El resto era todo ataque posicional, y ahí, en estos momentos, solo tenemos el argumento de Vladi (Orlov) en el poste bajo, porque los tiros de Ayesa son más de juego roto, tras rebote de ataque, en contraataque».
«Mi equipo es el del último cuarto. «Hoy Kevin (Torres) ha sacado la chistera, y otro día las fallaremos, pero yo quiero jugar así: valientes, directos, agresivos», concluyó.
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