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Málaga
Viernes, 14 de febrero 2020
Tardaron 25 minutos en despertar el Unicaja y la afición del Martín Carpena, pero cuando el equipo malagueño espabiló lo hizo para remontar una desventaja de nueve puntos y poner la directa hacia la victoria, para romper por fin con su maldición de anfitrión, ... que siempre le había hecho caer en Málaga a las primeras de cambio en las tres anteriores ocasiones que acogió la Copa. La última fue precisamente, hace seis años, frente al Zaragoza, ante al que el Unicaja tenía unas ganas enormes de vengarse, para disfrutar de una vez, al calor de sus seguidores, de una noche de fiesta en el torneo del KO.
Real Madrid, Barcelona y Zaragoza habían impedido al Unicaja superar los cuartos de final de Copa en su pabellón, y esta edición la oportunidad se presentaba como la más propicia para acabar con la mala racha que perseguía a los malagueños. Pese a que el Zaragoza se presentó en esta Copa como tercer clasificado de la Liga Endesa y gran revelación del campeonato de la regularidad, y con un nuevo triunfo este curso en la ACB en el Martín Carpena, habían aumentado las opciones de los malagueños de doblegar a su bestia negra, que en el último cruce previo a semifinales ganó los dos primeros cuartos pero fue desarbolada en el tercero.
En ese parcial que resultó decisivo el Unicaja sólo permitió anotar 15 puntos al Zaragoza, gracias a su intensidad defensiva y al acierto desde el triple, con Darío Brizuela echándose entonces el equipo a la espalda. Acababa de firmar el Unicaja un parcial de 10-0 (de 45-54 a 55-54) y ahí comenzó a creérselo, el conjunto andaluz, y el Martín Carpena, mientras al Zaragoza empezó a entrarle el miedo después de que DJ Seeley, imparable en el comienzo (18 puntos en 12 minutos), hubiese dejado en evidencia a un conjunto verde demasiado apático y desacertado. Pero llegó el momento de crecer y el Unicaja, de la mano de un gran Alberto Díaz (18 de valoración), lo hizo a lo grande. Por primera vez se escucharon, a los cinco minutos de la segunda parte, los gritos de «¡Málaga! ¡Málaga!», cuando Adams acercó al Unicaja 50-54, y a partir de ahí los locales fueron todo ambición y una máquina defensiva y ofensiva en el tercer cuarto.
Unicaja
Adams (10), Jaime Fernández (9), Toupane (5), Thompson (14) y Gerun (2) -quinteto inicial-. Brizuela (9), Alberto Díaz (15), Waczynski (7), Guerrero (12) y Suárez (7).
90
-
86
Casademont Zaragoza
San Miguel (4), Seeley (29), Brussino (6), Benzing (13) y Hlinason (2) -quinteto inicial-. Barreiro (6), Radovic (8), Alocén (-), Vázquez (10), Krejci (-) y Ennis (8).
Parciales: 18-23, 23-25, 28-15 y 21-23.
árbitros: Martín Bertrán, Perea y Serrano.
INCIDENCIAS: Cuarto partido de cuartos de final de la Copa del Rey de Málaga 2020, disputado en el Martín Carpena. 10.346 espectadores.
El Unicaja fundió los plomos del Zaragoza y, con sacrificio defensivo colectivo y mano letal desde la larga distancia, despejó de una vez por todas el camino hacia su primera semifinal en un lustro. Con Alberto Díaz al mando, Brizuela se erigió en comandante de los ataques del Unicaja y contagió a sus compañeros, para no permitir ya el conjunto de Luis Casimiro que el Zaragoza volviese a tomar la delantera en un choque en el que los malagueños frustraron los 29 puntos y 26 de valoración de DJ Seeley y anularon a las jóvenes perlas nacionales del equipo visitante, entre ellas Carlos Alocén, que se quedó en blanco, con un solo intento de canasta de dos y otro desde el triple, aunque dio tres asistencias y capturó otros tantos rebotes. En el bando de los vencedores, Jaime Fernández dio siete pases de anotación y Alberto Díaz sólo se vio superado en anotación por DJ Seeley, contando también el Unicaja con la gran aportación de Deon Thompson, aunque, sobre todo, fue un equipo, a partir de la segunda parte que le llevó a seguir soñando con la Copa.
La ilusión del Unicaja y sus aficionados es ahora mayor, ya que el equipo se enfrentará hoy al Andorra en la segunda semifinal. A los malagueños se les presenta por tanto una ocasión inmejorable para presentarse en el partido de lucha por el título, algo que no consiguen desde 2009. Una vez espantado el trauma de cuartos el Unicaja debe hacer seguir disfrutando a los suyos.
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