El Unibasket pega un golpe en la mesa para reafirmarse

El equipo que dirige Dani Rubio pisó la cancha de su casa con las dudas propias del que viene de perder con el colista. La derrota ante el Ibaizabal fue una sorpresa por lo que reencontrar las sensaciones perdidas ante el Romakuruma era esencial para no perder la forma. Y el liderato. Costó cerca de un parcial sentirse cómodo ante un contrincante que presionó sin descanso y que terminó el primer tiempo con seis de ventaja en el marcador (9-15).

Fue tal la intensidad inicial, que el cansancio se fue apoderando rápidamente de las catalanas. Aquí fue cuando las riojanas entraron en acción. Empezaron a ver el aro sin descanso con Emma Florez como máxima anotadora del partido con sus 19 puntos y con María Llorente asistiendo a su paso. Lograron darle la vuelta al resultado en el segundo parcial para no conceder apenas nada más hasta el final del duelo.

La ventaja fue haciéndose cada vez más grande, pese a los esfuerzos de Tutusaus por que el Bosonit no lo consiguiera, por mediación de una férrea defensa que marcó la diferencia. Se rompió la barrera de los veinte puntos de ventaja (55-35) en mitad del último parcial con Llorente, Terrer y Alonso como tridente en el ataque antes de que Emma Florez saliera de la pista cojeando dolorida de su tobillo. La marcha de la máxima anotadora no mermó el esfuerzo de sus compañeras al sentenciar el que, por sensaciones, ha sido su mejor partido con un resultado de 64-40.

Esta emocionante jornada en Lobete se cerró con un bonito homenaje a la jugadora Tamara Blanco, pieza clave en la construcción del club y protagonista de la época dorada del Promete, que anuncia su retirada por motivos personales.