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El Bosonit Unibasket ha caído con honores en la pista del intratable líder Ausarta Baracaldo (79-69). A pesar de la diferencia de presupuesto, calidad y fondo de armario de ambos equipos, las riojanas han crecido, ya piensan en grande y han peleado hasta el ... último balón.
Salieron con descaro las riojanas conscientes de que había mucho que ganar y poco que perder ante el favorito de la categoría, y Elena Salcedo anotó el primer balón del partido (0-3). A partir de ese momento se vivieron unos minutos de baloncesto dinámico, con movimiento de balón rápido por ambos equipos. Pero la calidad de Johnson y los errores en los lanzamientos permitieron a las locales abrir un hueco importante en el electrónico (22-13) al final del primer cuarto.
Una vez sacudida la presión, las riojanas regresaron al parqué de Lasasarre con otra actitud, más activas en defensa, menos intimidadas por el rival. Aprovecharon que el técnico local dio descanso a Johnson y gracias a un triple de Cecilia Aldecoa (24-18) el Bosonit se metió en partido. Aunque fue durante un suspiro, el que tardó en regresar a la cancha Johnson y, sobre todo, cuando volvieron a aparecer los errores en el pase y en el lanzamiento de las riojanas. Al descanso se llegó con doce puntos de ventaja para las locales (36-24).
Cambiaron a defensa en zona las riojanas en el retorno del juego y eso, unido a cinco puntos consecutivos de Alboroba más un triple de Salcedo, comprimió el electrónico (36-32). Estaban en partido las del Bosonit, que sabían que no podían cometer errores si querían sumar algo. Pero la calidad del Ausarta Baracaldo emergía por todos los puestos del juego. Así, Elena Soriano sumaba de tres y más tarde Johnson progonizaba un 2+1. Y de nuevo Salcedo desde la línea de triple. Se cerró el tercer cuarto 60-47.
Pero el Bosonit Unibasket ya piensa en grande y lejos de dejarse ir en casa del líder, plantó cara con una defensa individual que permitió robos para que Zabala y Angulo redujeran diferencias (60-51). Aparecieron los errores en ambos ataques lo que propició que los dos técnicos, primero el riojano y más tarde el local, pidieran tiempo muerto. Cada balón se peleaba como si fuera el último y se incrementó el contacto físico en las dos pinturas. Pero la calidad local era superior y acabó desarbolando a un Unibasket que cayó con honores en la cancha del intratable Ausarta Barakaldo (79-69).
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