Un último cuarto para el olvido

Hasta entonces, el Clavijo se mostró muy competitivo. De hecho, comenzó el encuentro muy concentrado, muy fino, con un Jonas Paukte brillante, tanto en ataque como en defensa. De hecho, el joven de 221 centímetros realizó tres tapones en poco menos de cinco minutos además de cinco puntos que ayudaron a que el Clavijo se pusiese a comandar el encuentro por 2-15.

Parecían imparables los hombres de Jenaro Díaz. Pero comenzó a activarse Rafa Casanova, que salía de una lesión, y todo lo construido hasta ese momento se fue al traste. Con un parcial contundente y demoledor, el Ponferrada equiparó las cosas antes de acabar ese primer cuarto del encuentro (19-21).

A partir de entonces, ambos conjuntos se repartieron aciertos y errores. Un toma y daca del que ninguno se pudo ir del otro. Beau Justice comandó a los visitantes con acierto, aunque Rafa Casanova mantenía con vida a los bercianos. Así se llegó al descanso con un 37-33 favorable para los locales.

Fue en el tercer cuarto cuando los de Jenaro Díaz desplegaron su juego más coral, con aportaciones de Mario Álvarez, que se marcharía excluido por alcanzar su quinta falta, José Antonio López, Alderete y Manchón, entre otros. El Rioja Vega empezó a anular a su adversario que cometía errores y empezaba a perder fuelle al llegar desfondado al último cuarto. El Clavijo ganaba por once puntos (53-64).

Y llegó el desastre. Tres triples en dos minutos de McDonnell, Andrew Ramírez y Casanova equipararon las cosas. Este último jugador mostró su casta y lideró al Ponferrada mientras que el conjunto riojano entraba en barrena. Nada le salía bien a los de Jenaro Díaz, que acabaron desperdiciando su valiosa renta y tirando por la borda un triunfo como visitante que le hubiese dado alas. Una gran oportunidad perdida.