Los tiros libres vuelven a condenar al Clavijo

El inicio del choque fue un toma y daca. Diez minutos de estudio mutuo aunque el Clavijo reiteró errores anteriores como el de cometer demasiadas faltas: no habían pasado cinco minutos y ya estaba en bonus y con una pieza tan importante como Miguel de Pablo con dos infracciones a sus espaldas. No obstante, el Rioverde remó a contracorriente y respondió a cada canasta del Estudiantes con una propia.

El equipo madrileño, que en esos primeros minutos buscó el juego interior, al final del cuarto encontró puntos desde el exterior gracias a Suárez, Alonso y Leimanis para abrir un margen de seis puntos al final del cuarto (16-22).

Los de Jenaro Díaz, que seguían acumulando faltas, se engancharon al partido en el inicio del segundo cuarto gracias a la muñeca de Tamba y un infatigable Javi Nicolau (20-22), pero no fue más que un espejismo. El Estudiantes sacó a relucir toda su calidad con el tiro exterior de Leiminis, Dee y Suárez y en menos de dos minutos prácticamente dictó sentencia (22-33).

No jugaba cómodo el equipo riojano, con un arbitraje que no gustó nada a un Palacio de los Deportes que se encendía cada vez que los colegiados pitaban en contra de un equipo demasiado nervioso, tanto en ataque como en tareas defensivas. Y el Estudiantes continuó a lo suyo mientras que Jenaro Díaz recibía una técnica. El Rioverde necesitaba calma y fue Nicolau, otra vez, el que calmó un poco las aguas de un conjunto que se fue al descanso 31-40 abajo y con catorce faltas cometidas por siete recibidas.

Tras el paso por vestuarios, los locales volvieron a asustar al Movistar (39-44), pero cada vez que esto sucedía aparecía Carreras para dar tranquilidad a los suyos, abriendo nuevamente el hueco entre ambos a los diez puntos. Pese a ello, el Clavijo, que seguía siendo penalizado con tiros libres en contra, se volvió a meter en el partido en el inicio del último acto (59-63).

El público se vino arriba y de su mano el Rioverde fue a por el partido, aunque cada vez que se llegaba a acercar, el Estudiantes sacaba a relucir toda su calidad con un Carrera sublime (24 puntos) y una defensa que acabó con las esperanzas de un conjunto local que plantó batalla hasta los instantes finales de un intenso duelo.