Un sufrido triunfo para dedicar a Ani Calvo

No resultó un primer cuarto para recordar, especialmente porque el conjunto visitante se adelantó con un claro 0-8. Tuvieron que ser las interiores Dongue y Gidden las que, a partir del cuarto minuto, hiciesen carburar a las riojanas, que llegaron al primer parón con un 13-17 en contra.

Mejoraron defensivamente las de Jacinto Carbajal y con ello lograron ponerse por primera vez por delante en el marcador (19-17, m. 12). A partir de ese momento, el Quesos El Pastor fiaba todo su potencial ofensivo a McPhee mientras que las riojanas no encontraban aro desde el exterior (solo un triple de la eléctrica Roselis Silva) y continuaban apoyándose en su poder en la pintura. Así, al descanso se llegó con una ventaja mínima (32-31).

No había rachas ni tirones, sólo igualdad, lo que dejaba un partido cada vez más cerrado. El Promete, que tuvo que recurrir a Dongue a pesar de que ésta se cargó de faltas demasiado pronto, llevaba casi siempre el mando en el marcador pero sin superar la ventaja de cuatro puntos (50-46) con que se llegó al último cuarto.

Llegó la primera tacada del Promete en los cuatro primeros minutos de la recta final. Por fin se abría una brecha, mínima (56-48, m. 34) a la que había que agarrarse como un escalador para no caer al vacío. Dominar el rebote y mantener la intensidad defensiva. Sin embargo, las riojanas se precipitaron con varios errores y sólo un triple de Ivanovic (58-52, m, 37) le mantuvo. Había que pasar esa zozobra y no se consiguió. El Zamora se ponía a un solo punto a falta de 58 segundos, con Silva ya eliminada. Madurez y concentración eran necesarios para evitar el vértigo. Y fue Ivanovic, con un tiro de dos, dos rebotes defensivos consecutivos y una contra culminada con Dongue los que cimentaron el sufrido triunfo para el Promete, que deja atrás los sinsabores pasados ante Valencia y Cadí, pero que tienen que seguir trabajando mucho para evitar padecer tanto.