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Sin sorpresas en el Palacio de los Deportes. El Rioverde Clavijo perdió este martes ante el San Pablo Burgos (59-106) en la cuarta jornada de la Copa de España. Tras la lógica efervescencia inicial de los de Jorge Serna, la diferencia de presupuesto, categoría ... y fondo de armario entre ambos equipos hizo el resto.
Y eso que el Rioverde Clavijo aguantó dignamente durante los primeros diez minutos de partido. Incluso fue por delante en los compases iniciales (4-0 y 7-2). A partir de ese momento la lógica se impuso sobre la cancha del Palacio y San Pablo Burgos volteó el electrónico y con un parcial de 0-11 cerró el primer cuarto 21-2
Clavijo
Moreno (7), Savkov (9), Querejeta (5), Faye (5), Ayesa (8) –cinco inicial–, Hrabar (4), De Pablo (2), Hugo (6), Torres (5) y Orlov (8).
59
-
106
San Pablo Burgos
Cuevas (6), Díez (18), Cremo (7), Lapornik (13), Fischer (11) –cinco inicial–, Wembi (7), Gudmundsson (2), Almazán (7), Barrera (4), Corbalán (13), Goloman y Stumbris (18).
Árbitros Morales, Caamaño y Fuentes. Descalificado Cuevas por el Burgos.
8.
En el segundo cuarto se rompió el partido definitivamente y ocurrió lo esperable. Tras unos compases de intercambio de canastas (27-33) Bruno Costa pidió tiempo muerto y parece que les dijo a sus hombres: «Ahora». Y es que a continuación, el San Pablo Burgos le endosó un parcial de 0-25 a los riojanos que fue definitivo. Mucha culpa fue de Dani Díez. El que fuera internacional con España en varias ocasiones martilleó el aro del Rioverde Clavijo sin piedad.
Los visitantes corrieron, rebotearon y defendieron con una marcha más que los jugadores de Jorge Serna para dejar el electrónico al descanso en un categórico 31-60.
Regresó el juego al Palacio de los Deportes con todo decidido. Ambos entrenadores repartieron los minutos entre su banquillo. Rotaciones y cada jugador a intentar mejorar sus estadísticas. Por parte del Clavijo, Savkov al principio y Kevin Torres al final protagonizaron acciones destacadas. Se trataba de «un entrenamiento de calidad» como reconocía Jorge Serna y así se lo tomaron los locales. Objetivo: evitar lesiones. Con 46-80 en el electrónico del Palacio de los Deportes finalizó el tercer cuarto.
Los últimos diez minutos siguieron la misma tónica que los anteriores. Sin embargo, Serna no quiso que sus hombres bajaran los brazos para evitar un marcador sonrojante y pidió tiempo muerto con 40 puntos de diferencias en el marcador y ocho minutos por delante. Una cosa es que el rival sea superior y otra encajar una derrota demasiado elevada.
Poco pasó hasta el final (59-106) de un partido que quedó sentenciado en el segundo cuarto. Lo mejor, la ausencia de lesionados. Los de Jorge Serna se centrarán ahora en la liga que es donde se juegan lo importante.
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